Descubriendo El Raconcito de la Clota en Horta-Guinardó

Un Encuentro Inesperado

Hace tiempo que un compañero de trabajo me recomienda visitar el barrio de la Clota en Horta-Guinardó, donde se encuentra un pequeño bar que ofrece desayunos y menús que, a su juicio, me gustaría. Después de semanas sin encontrar el momento, hoy finalmente decido acercarme al barrio y al local en cuestión para descubrir lo que ofrecen. Aparco justo en frente del Raconet de la Clota y, a pesar de estar en medio de la ciudad, parece como si hubiera entrado en un pequeño pueblo dentro de Barcelona.

Historia y Atmósfera

Al hablar con la propietaria, Cinta Herreros, descubro que el local es relativamente nuevo, ya que fue abierto hace seis años. Cinta alquiló el bar cuando la antigua propietaria, que vivía en el piso de arriba de la casa desde tiempos inmemoriales, vendió la finca. Aunque el bar ya existía con el nombre de El Rincón, permaneció cerrado desde 2018. Así pues, mientras disfruto del desayuno preparado por la Cinta, me habla maravillas del barrio, destacando su atmósfera tranquila y el hecho de que todos los vecinos se conocen. Los trabajadores de la construcción de la zona y otros vecinos también suelen hacer ninguna. El barrio es conocido por sus callejuelas sin asfaltar, las casas señoriales y los huertos que gozan en esta época del año.

Oferta Gastronómica

El Raconet de la Clota tiene la suerte de tener el mercado de Horta al lado, de donde adquiere la mayoría de los productos que utilizan en el bar. La Cinta ofrece desayunos, aperitivos y almuerzos, y el local está abierto de lunes a viernes, cerrando los sábados y abriendo los domingos, cuando el barrio se llena de paseantes que hacen el camino viejo de Horta a Sant Genís. Los platos que se pueden disfrutar incluyen huevos fritos, panceta, patatas fritas, tripa de ternera, albóndigas con sepia, croquetas, bravas y una gran variedad de bocadillos.

Una Comunidad Acogedora

Mientras disfruto del desayuno, puedo observar cómo la gente del barrio se reúne en el Raconet de la Clota como si fuera la sede social del barrio. En definitiva, es un lugar curioso con una acogedora atmósfera, donde se puede disfrutar de una terraza diferente, alejándose un poco del ambiente urbano de Barcelona.

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