El Dilema de los Restaurantes de Hotel
Los restaurantes ubicados dentro de los hoteles presentan a menudo una dualidad intrigante. Por un lado, son percibidos como espacios elegantes y acogedores, y por otro lado, muchos locales los ven como sitios diseñados exclusivamente para turistas. Esta tensión puede dificultar la atracción de los residentes en la oferta gastronómica de estos establecimientos.
Vuelta: Una Propuesta Atractiva para Todos
En el corazón de Barcelona, el restaurante Volta, dentro del hotel Borneta, desafía estas expectativas. Situado bajo las magníficas vueltas del Paseo Picasso, cerca de la Ciutadella, ofrece una carta que destaca por su autenticidad y sabor. La propuesta culinaria busca no sólo captar la atención de los turistas, sino también crear un espacio donde los barceloneses se sientan cómodos y atraídos.
Creatividad Culinaria: La Influencia Italiana
El cocinero Andrea di Benedictis aporta una esencia italiana que se refleja en platos como el tártaro de ternera con tonnata y ossobuco. Cada creación es una invitación a explorar la gastronomía mediterránea, con opciones como los trofie al pesto y los tagliolini con conchas, que demuestran una pasión por la calidad y frescura de los ingredientes.
Una Experiencia Gastronómica Única
El restaurante no sólo se centra en la cocina italiana; su oferta mediterránea es igual de tentadora. Destaca la ensalada de babaganuix, con ricotta, tomates encurtidos y flor de calabacín, así como el uso innovador del halloumi en platos que resaltan los sabores de temporada.
Sorpresas en el Plato: Las Ostras Fridas
Una de las joyas del menú son las ostras fritas, servidas con una vinagreta cítrica en hielo. Esta combinación de texturas, con un exterior crujiente y un interior suave, ofrece una experiencia que sorprende y deleita. Los platos, como el tártaro de corball al estilo cebiche, podrían beneficiarse de un toque más intenso, pero se pueden ajustar con un poco de limón y salsa picante para satisfacer cualquier paladar.
Una Propuesta Dulce para Finalizar
El menú de postre, que promete evolucionar, incluye un pastel de queso y un tiramisú que, pese a ser correctos, dejan al espectador con ganas de más. Con el tiempo, esperamos ver una ampliación de estas opciones dulces, que podrían consolidar aún más la reputación del Volta como un destino gastronómico imprescindible en Barcelona.