Un paso insuficiente hacia la mejora
El Ayuntamiento de Puigcerdà ha informado sobre la incorporación de cuatro nuevos agentes en el Cuerpo de Policía local, una decisión que aparentemente representa un avance. Sin embargo, una mirada más atenta a la situación revela que la realidad es mucho más compleja y preocupante.
Una Comparativa Desalentadora
En contraste con Puigcerdà, que actualmente tiene solo 14 agentes, Sitges, con una población similar y un volumen turístico similar, tiene 75 policías. Esta diferencia significativa da como resultado una relación alarmante de 1 agente por 1,255 habitantes en Puigcerdà, mientras que en Sitges el número es 1 agente por 387 habitantes.
El desafío de la seguridad ciudadana
El intento del Ayuntamiento de abordar esta deficiencia es un gesto que merece reconocimiento, pero es insuficiente. La incorporación de estos cuatro agentes es simplemente un intento de cubrir una herida profunda. Además, con la inminente jubilación de tres miembros del cuerpo, el impacto real de esta medida será casi nulo.
Las necesidades inigualables de la comunidad
La situación es complicada cuando se consideran las necesidades particulares de Puigcerdà. Con un instituto regional y tres escuelas, la demanda de vigilancia durante los tiempos de entrada y salida de la escuela es alta, lo que requiere un mínimo de cuatro agentes. Esto deja al resto de la población vulnerable, sin la protección requerida para cargar y descargar áreas o para emergencias inesperadas.
Futuro incierto para la policía local
El alcalde adjunto, Francesc Armengol, ha declarado que la extensión del cuerpo policial no se completará hasta después del verano de 2027. Cada vez que pasa sin una solución efectiva aumenta los riesgos que enfrenta Puigcerdà.
Una reflexión necesaria
Es esencial preguntar por qué Puigcerdà ni siquiera alcanza la relación de seguridad mínima establecida por las regulaciones, así como cuáles son las motivaciones u obstáculos que evitan una solución efectiva. Mientras que el Ayuntamiento celebra esta pequeña mejora, los ciudadanos de Puigcerdà continúan esperando la protección adecuada. La seguridad no es solo una cuestión de recursos, sino un derecho fundamental que todos los habitantes de Cerdanya merecen ser asegurados.