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Diez años del retorno de la nutria: un éxito de conservación

by PREMIUM.CAT
un animal gran flotant al damunt d'una massa d'aigua al costat d'un bosc ple d'arbres i arbustos, Arie Smit, fotografia d'animals, una foto de desplaçament d'inclinació, superplana

Una década de recuperación ecológica

El verano de este año marca una fecha significativa: hace diez años que una cámara oculta en el río Tenes capturó una imagen histórica, la primera en mostrar la presencia de una nutria en las cuencas del Besòs-Tordera. Aquella instantánea, registrada en el 2014, simbolizaba una victoria para la biodiversidad, después de años de ausencia de estos mamíferos en la región metropolitana, donde habían desaparecido a mediados de los 80 a causa de la caza indiscriminada.

Un pasado marcado por la persecución

El contexto histórico revela que una ley franquista, la Ley de Alimañas, permitía la caza de animales considerados perjudiciales, incluida la nutria. Sonia Sánchez, técnica de la Fundación Rivus, rememora que el último ejemplar capturado fue expuesto como trofeo en un bar de Breda. La reintroducción de estos animales empezó a principios de los años 2000, y no fue un proceso espontáneo, sino que requirió un esfuerzo consciente por restaurar las poblaciones fluviales.

Una expansión controlada

Después de las primeras reintroducciones en las cuencas de la Muga y el Fluvià durante los años 90, las nutrias empezaron a explorar nuevos territorios. Los investigadores registraron huellas en los ríos Congost y Tordera ya en el 2004, pero fue en el 2014 cuando se documentó una evidencia fotográfica en el Tenes. A partir de un proyecto de investigación iniciado en 2018, se han analizado los hábitats y dieta de este mamífero, revelando su adaptabilidad en entornos humanizados.

Indicadores de salud ecológica

La presencia de la nutria es una señal que indica la calidad de los ecosistemas acuáticos. Los expertos señalan que esta especie, considerada como bioindicadora, es un reflejo de la salud de las comunidades de peces. Su dieta incluye peces, anfibios y pájaros, y se ha observado que realiza desplazamientos nocturnos significativos para buscar alimento y refugios, a menudo en zonas más tranquilas de los ríos.

Un futuro prometedor

Actualmente, la estimación del número de nutrias en la cuenca del Besòs varía entre 10 y 15, mientras que en la Tordera se aproximan a 25 individuos. La Fundación Rivus sigue trabajando durante todo el año para monitorizar el comportamiento de este mamífero e identificar las condiciones necesarias para asegurar su permanencia en las aguas catalanas. Sonia Sánchez subraya la importancia de proporcionar los espacios adecuados para garantizar no sólo la supervivencia de la nutria, sino también la de otras muchas especies.

Un reto para el medio ambiente

La tarea de conservar la nutria y sus hábitats no termina aquí. Es esencial mantener la calidad del agua y mejorar las condiciones de los ecosistemas fluviales. La presencia de este mamífero es un indicador positivo, pero es necesario seguir trabajando para asegurar que estas aguas sigan siendo un refugio para la biodiversidad. El futuro de la nutria y, por extensión, de muchos otros animales depende del esfuerzo colectivo por preservar nuestros ríos.

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