Un viaje musical inigualable
Eddie Henderson se considera una auténtica leyenda del jazz, un trompetista que ha dejado una impronta inconfundible en la música. Nacido en la gran ciudad de Nueva York en 1940, este artista sigue demostrando una vitalidad y talento que sorprenden incluso después de décadas dedicadas a la escena musical. Ha tenido la privilegiada oportunidad de compartir escenario con figuras embláticas como Herbie Hancock, Art Blakey, y Max Roach. Además, Louis Armstrong fue el responsable de su primera clase de trompeta, mientras que Miles Davis le ofreció la inspiración necesaria para seguir su sueño musical.
Una gira en Cataluña
Actualmente, Eddie Henderson se encuentra de gira por Cataluña acompañado de su quinteto, junto al trombonista Steve Davis como colaborador destacado. Después de actuaciones memorables en el Ultramar de l’Escala y en el Jamboree de Barcelona, el próximo concierto tendrá lugar en la Jazz Cava de Terrassa este viernes. Hemos tenido la oportunidad de hablar con él después de su reciente concierto en el Ultramar, en un ambiente relajado frente al mar.
Primeros sentimientos y buenas vibraciones
El entusiasmo de Henderson es palpable: «Tuvimos nuestra segunda actuación de esta gira anoche, y me hizo sentir extremadamente afortunado de tocar junto a estos músicos excepcionales. La química musical entre nosotros es maravillosa, y cada uno de ellos viene con los deberes bien hechos. Es un inmenso placer compartir el escenario con estos artistas tan talentosos».
Reflexiones sobre el Ultramar
En cuanto a la actuación en el Ultramar, Henderson recuerda: «Al principio pensé que el espacio era pequeño, pero cuando empecé a tocar me di cuenta de que la intimidad transformó todo el concierto en una experiencia única y preciosa. Tocar sin micrófono permite que el público esté más conectado, y su respuesta fue increíble”.
El camino hacia la música
Sorprendentemente, Eddie Henderson no siempre siguió el camino de la música. En su infancia, su padrastro, que era médico, le animaba a seguir una carrera en medicina, aportando una motivación que le hizo estudiar con dedicación. «Estudiaba medicina con la idea de demostrar que podía conseguirlo, aunque siempre había una parte de mí fascinada por la música».
Un giro significativo
La decisión de dedicarse completamente a la música llegó después de algunos años equilibrando ambas profesiones. Su trayectoria comenzó a la edad de nuevo, cuando su madre, bailarina en el prestigioso Cotton Club de Harlem, le presentó a Louis Armstrong. Esta primera lección de trompeta fue fundacional, pero el momento clave fue a diecisiete años con su encuentro con Miles Davis, un amigo de la familia que le influyó profundamente.
Influencias que dejan huella
Con gran sentido de admiración, Henderson recuerda: «Louis Armstrong me enseñó directamente a tocar la trompeta cuando era sólo un niño, y no era del todo consciente de la importancia de su legado. Con Miles Davis, la historia fue diferente ; su música me hizo sentir un profundo respeto y admiración.
La dualidad de su trayectoria
Pese a sus ambiciones musicales, Henderson también completó sus estudios en medicina y trabajó en un hospital durante varios años. «Después de graduarme, tuve la oportunidad de tocar con Herbie Hancock, y ese momento me hizo dar cuenta de que la música era mi auténtica pasión. Sin embargo, estuve en el mundo de la medicina durante doce años antes de trasladarme definitivamente a Nueva York para integrarme completamente en la industria musical».
El legado de la disciplina
“Aprender disciplina desde joven es fundamental, porque te permite abordar múltiples aspectos de la vida con éxito. La disciplina es esencial tanto en la música como en la medicina. Si desde pequeño aprendes a ser disciplinado, podrás destacar en diversas áreas. claro que a medida que se va creciendo, los compromisos y distracciones empiezan a ocupar mucho de tu tiempo”.
Momentos que perduran
Entre los recuerdos que trascienden su carrera, Henderson destaca tocar con sus ídolos jazzísticos como Herbie Hancock y Max Roach. «No me arrepiento de nada de mi vida; cada experiencia ha sido valiosa y me ha ayudado a crecer como músico».
Mirando hacia el futuro
«Aún me siento lleno de energía y pasión, y me hace mucha ilusión lo que me espera después de esta gira. En los próximos meses, tengo planes de grabar nuevo material en la ciudad de Nueva York. Además, seguiré actuando con la banda The Cookers, que cuenta con el talento de Billy Hart, George Cables y Cecil McBee, a quien conozco desde hace dieciocho años. La clave es mantenerse sano y creativo”.