El caos de la escuela previa a la inscripción
En cualquier tarde, mientras recojo a mis hijos de la escuela, estoy inmerso en una conversación animada entre los padres. Entre la risa y las mochilas de color, una de las madres me mira con una sonrisa irónica y un tono inquietante: «Es fácil hablar de cuando ya estás asegurando la plaza de tu hijo mayor». Momentos antes, en el trabajo, un colega había soltado una frase que me hizo sentir como defender una causa perdida: «Traes a tus hijos a una escuela para proyectos, pero cuando llegan los lugares, no eres tan flexible …». La frustración me lleva a una declaración que, al mismo tiempo, me sorprende: «Pero, ¿por qué no podemos querer una escuela de calidad cerca de casa?»
El ciclo de desesperación
Cada año, la temporada previa al registro en Sabadell se convierte en una verdadera pesadilla para muchas familias. La angustia de no saber si encontrarán un lugar en la escuela pública en su vecindario se repite como un mantra. El desgaste emocional de un sistema burocrático que carece de respuestas claras se ha vuelto común. En lugar de enfrentar la realidad de la falta de lugares, el debate se polariza, presentando la calidad educativa como enemigo del derecho a los niños de la escuela cerca del hogar. Pero esta visión es incorrecta y peligrosa: el verdadero problema radica en la insuficiencia de los lugares y la falta de compromiso con la educación pública.
Consequences del sistema actual
La situación es especialmente alarmante en los barrios del centro y el Creu Alta, donde la mayoría de las escuelas concertadas están concentradas. Las familias se ven obligadas a optar por centros privados subsidiados por temor a quedarse sin lugar o asignadas a escuelas distantes. Esta dinámica no solo favorece las escuelas concertadas, sino que también perpetúa la desigualdad entre los centros públicos y privados, ya que el primero no puede competir con los recursos recibidos por el segundo. Con cada inscripción en una escuela concertada, la educación pública se debilita, fortaleciendo un sistema que se basa en la selección y la segregación.
Un debate que nos divide
El debate simplista que se ha establecido no es solo un reflejo de la realidad educativa, sino que se ha convertido en una estrategia que promueve la división entre las familias. En lugar de dirigir nuestra indignación a las instituciones responsables de garantizar la educación pública de calidad, nos enfrentamos en una lucha estéril. Esta narración nos priva de preinscripción como un momento de elección consciente, por lo que es una carrera por la información logística.
El papel de los medios y las prioridades
Los medios locales juegan un papel crucial en este escenario. En lugar de proporcionar un análisis profundo de la situación, a menudo difunden mensajes que perpetúan la confusión. Presente el aumento en las relaciones como medida positiva sin considerar sus consecuencias reales solo exacerba el problema. Mientras que algunas escuelas están en el límite, otras están luchando por mantenerse con vida en falta de recursos y apoyo institucional.
Modelos educativos que funcionan
Ejemplos como la Escuela Samuntada, que ha pasado de ser una opción rechazada a un modelo a seguir, muestran que son posibles soluciones innovadoras. Pero en lugar de fortalecer estas iniciativas, las instituciones las ignoran, perpetuando un sistema que no protege o mejora la educación pública. Por lo tanto, se pierde la oportunidad de construir comunidades educativas fuertes que trabajan juntas para el acompañamiento de los niños.
Un llamado a la acción
Enfrentar el desafío de la educación en Sabadell no puede ser una tarea basada en improvisaciones anuales. La solución no es aumentar las proporciones o saturar escuelas. Las familias no son el problema; Las instituciones deben reconocer que la pregunta es estructural. Necesitamos un compromiso real para garantizar que cada niño tenga acceso a educación de calidad, construyendo redes de apoyo y unirse a las comunidades en lugar de dividirlas. Es suficiente aceptar soluciones inapropiadas que nos alejen de la verdadera necesidad de un sistema de educación justa y accesible para todos.