El equipo de Xavi Hernández muestra firmeza atrás y sólo recibe un gol en el único disparo a portería del rival
Uno de los aspectos que más ha lastrado al Barça esta temporada es su debilidad defensiva. El equipo que dirige Xavi Hernández ha perdido la fiabilidad detrás que le dio tantos logros en el pasado y ha encajado goles con facilidad en todas las competiciones. Esto ha afectado a su rendimiento global y le ha dejado fuera de la lucha por algunos títulos. Pero el miércoles, en el campo del Nápoles (1-1), el Barça ofreció otra cara y recuperó la solidez defensiva que necesita para ser competitivo.
Los números no engañan
Las estadísticas reflejan el problema defensivo del Barça. En la liga, ha recibido 34 goles en 25 partidos, 14 más que en toda la pasada temporada. Es el peor registro entre los 10 primeros clasificados. En la Champions League, ha encajado siete goles en seis partidos, dos más que en toda la fase de grupos del pasado año. En la copa, quedó eliminado tras recibir cuatro goles en dos partidos consecutivos (4-1 ante el Real Madrid y 4-2 contra el Athletic Club). Y en la supercopa, también cayó con cuatro goles en contra (4-1 ante el Sevilla). En total, son 52 goles recibidos en 36 partidos, un promedio de 1,44 por partido. La temporada pasada recibió 46 en 60 partidos, una media de 0,77 por partido.
Las causas del bajón
No existe una sola explicación por este descenso de nivel defensivo. Existen varios factores que han influido. Uno es el mal juego colectivo, que se manifiesta en una presión alta poco efectiva, que antes era una de las virtudes del equipo. Otro es las lesiones de jugadores clave como Ter Stegen y Araujo, que han estado de baja durante parte de la temporada. Un tercero es el mal momento de forma de algunos defensas, como Kounde, que ha descendido su rendimiento respecto al año pasado. Y un cuarto es los fallos individuales y la falta de concentración y contundencia en algunas acciones puntuales que han supuesto goles en contra. Al Barça, con poco, le han hecho mucho daño.
La mejora en el Nápoles
Pero en el Nápoles, el Barça cambió la dinámica y mostró una mejor versión sin balón. El equipo salió con intensidad y recuperó muchos balones a campo contrario, sobre todo en el primer tiempo. La defensa, formada por Kounde, Araujo, Iñigo Martínez y Cancelo, con Christensen como pívot, estuvo sólida y aguantó los ataques de su rival. Kounde hizo un gran partido y neutralizó a Kvaratskhelia, uno de los mejores extremos de Europa. Y Ter Stegen estuvo tranquilo, ya que solo recibió un disparo a portería, que acabó en gol de Osimhen, superando a Iñigo Martínez en una acción dudosa. El Barça demostró firmeza atrás y solo cedió un empate en el único error que cometió.
Las reacciones
Esta mejora defensiva fue valorada positivamente por el entrenador y los jugadores. Xavi Hernández dijo que el equipo había estado «muy bien en fase defensiva» y que sólo se había «desajustado en el gol». Kounde destacó que habían hecho «un buen trabajo» frente a «buenos jugadores» y que eso era «algo a valorar». Y Araujo reconoció que estaban «mal por el gol», pero que habían «demostrado que somos un buen equipo». Todos coincidieron en que esta solvencia defensiva es un primer paso para volver a ser competitivos y que es necesario darle continuidad. La próxima prueba será mañana (16.15 h) contra el Getafe de Borja Mayoral, el segundo máximo goleador liguero con 15 goles, en el estadio Lluís Companys.
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Publicado en Noticias Viernes, 23 febrero 2024
