Orígenes Coloniales
Durante siglos, los palestinos vivieron bajo el dominio del Imperio Otomano. Tras la Primera Guerra Mundial, se convirtieron en un protectorado británico, un arreglo que allanó el camino para la creación del Estado de Israel después de la Segunda Guerra Mundial.
Las potencias victoriosas, impulsadas por el Holocausto, impusieron una partición en Palestina, creando dos estados: uno judío y otro árabe. Sin embargo, esta partición favoreció desproporcionadamente a los colonos judíos, quienes representaban un tercio de la población pero recibieron el 55% del territorio.
Desplazamiento y Resistencia
Los colonos israelíes ignoraron el plan de partición y expulsaron por la fuerza a más de 700.000 palestinos de sus hogares en un evento conocido como la Nakba. Los palestinos se resistieron ferozmente a esta colonización, enfrentándose a sucesivas potencias coloniales y a Estados Unidos, que buscaba un punto de apoyo en Medio Oriente.
Declaración de Independencia y Reconocimiento
En 1988, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) declaró la independencia palestina, renunciando a su objetivo inicial de liberar toda la Palestina histórica. Cuatro semanas después, la OLP reconoció el derecho de Israel a existir, sentando las bases para los Acuerdos de Oslo.
Actualmente, 139 países reconocen el Estado palestino, pero no Estados Unidos, Reino Unido ni Francia. Rusia y China sí lo han reconocido.
Presencia Internacional y Legal
Desde 2012, Palestina es un Estado observador de la ONU y miembro de varias convenciones internacionales. También es miembro de la Organización para la Cooperación Islámica y del Tribunal Penal Internacional.
El Significado del Reconocimiento
El reconocimiento de Palestina como Estado soberano enviaría un mensaje político a Israel, afirmando que no se permitirá que borre a los palestinos del mapa. También abriría nuevas vías legales para responsabilizar a Israel por violaciones de derechos humanos.
Si bien el reconocimiento no cambiaría la realidad sobre el terreno de inmediato, volvería a poner sobre la mesa las fronteras de 1967 y la ilegalidad de la ocupación israelí.
Un Legado de Colonialismo y Descolonización
El conflicto palestino-israelí es un ejemplo de colonialismo y descolonización, similar al apartheid en Sudáfrica. La solución de dos Estados, propuesta por los Acuerdos de Oslo, es inviable debido a la presencia de más de 700.000 colonos israelíes en Cisjordania.
La prioridad actual es detener el genocidio y ejercer presión internacional sobre Israel para que cese su ocupación y permita la autodeterminación del pueblo palestino.