Un comienzo con las sombras
El reciente Día de las Ferias en Vilafranca llegó con cierta decepción, marcado por una parada de casi una hora entre las rondas de las actuaciones para atender varias lesiones. Sin embargo, la verdadera sombra sobre el evento se proyectó desde el principio, cuando la plaza mostró una pequeña presencia pública. El gris de los azulejos dominó la escena, eclipsando los colores brillantes de los grupos de Castellers.
Una herencia en peligro
Desde hace algún tiempo, el Día de las Ferias ha luchado por recuperar su antiguo prestigio. La pequeña afluencia de público a Plaça de la Vila es un reflejo de esta lucha. Aunque en 2024 ofreció una mejor imagen, la falta de sol este domingo hizo que los asistentes buscaran la sombra, se concentraran en áreas más frías y eviten el centro de la plaza.
Comparando con otros eventos
En contraste con el espectáculo internacional de torres humanas la semana anterior, que atrajo a una gran cantidad de personas, el día de las ferias parecía estar separado del interés popular. Aunque ambas celebraciones fueron atractivas, el clima y la programación jugaron un papel clave en la asistencia.
El desafío de la programación
Con la llegada de mayo, el domingo al mediodía parece estar cada vez más condenado a un futuro incierto, excepto por algunos eventos que tienen un fuerte enraizamiento tradicional. La experiencia de Diades de Les Santes o La Bisbal indica que mudarse al sábado por la tarde puede ser una solución efectiva para atraer a más audiencias.
Históricamente Castellers
Hace unos años, la idea de mover el día de las ferias al sábado fue discutida por figuras prominentes del mundo de Casteller como Joan Badell y Toni Bach. Sin embargo, la propuesta se encontró con la resistencia del Ayuntamiento, que temía que un cambio de escenario pudiera seguir siendo visitantes del recinto ferial.
Un futuro en el horizonte
El problema del Día de las Ferias no se limita a su celebración un domingo. En la década de 1990, la plaza era un lugar de reunión lleno de vida, a pesar del hecho de que la calidad de las acciones era menor. Hoy, los grupos tienen que navegar un calendario saturado, buscando equilibrar las acciones necesarias con la atracción del público.
La necesidad de innovar
Las pandillas, conscientes de la importancia de su presencia en el calendario, no pueden renunciar al comienzo de la temporada, a pesar de que esto puede dispersar el interés del público. El objetivo final es llenar los lugares de las personas, y esto implica una gestión cuidadosa de las fechas y eventos ofrecidos.
Reflexiones finales
Con la mirada en el futuro, el Día de las Ferias necesita una profunda reevaluación. Su supervivencia y relevancia en la cultura de Castellera dependen de una adaptación a la nueva dinámica social y una comunicación más efectiva con el público. Solo de esta manera se puede garantizar que los castillos son nuevamente una razón para el orgullo y la celebración para todos.