Una despedida trágica que deja la impronta
La comunidad deportiva asturiana está inmersa en un dolor profundo debido a la inesperada muerte de Joel Giraldo González, un futbolista prometedor de solo 20 años. La tragedia ocurrió el sábado pasado en Cabranes, donde un accidente de motocicleta terminó su vida. Joel chocó con una autocaravana en la carretera AS-255, un incidente que ha dejado a familiares y amigos en un estado de shock y penalización.
Un joven con pasión y talento
Desde su infancia, Joel estaba inmerso en el mundo del fútbol, un deporte que marcaba su vida. Se unió al Real Oviedo a una edad temprana, donde pasó doce años defendiendo los colores del club. Su dedicación y talento le hicieron ganar el afecto de sus colegas y entrenadores, quienes recuerdan con nostalgia los momentos vividos con él. Su padre recuerda con amor cómo se celebró cada objetivo, una pasión que lo acompañaba constantemente.
Un impacto inolvidable
Durante su tiempo en la juventud, Joel brilló no solo por sus habilidades de fútbol, sino también por su personalidad carismática. Paco Fernández, uno de sus entrenadores, lo describió como «una persona que deja la marca», enfatizando no solo su talento, sino también su amabilidad. «Era un individuo extraordinario, amado por todos», dijo con emoción.
Comunidad deportiva
Después de su tiempo en el joven Oviedo, Joel dio el salto al Deportivo Covadonga del club, donde debutó en un segundo juego de RFEF. El club ha expresado su dolor a través de las redes sociales, enviando condolencias a sus familiares y amigos. Jonathan García, vicepresidente de Covadonga, señaló su humildad y dedicación, enfatizando que «siempre puso a otros antes que a sí mismo».
Una vida plena de pasiones
Además del fútbol, Joel también compartió un gran pasatiempo para las motocicletas. Desde el año pasado, había comenzado a explorar rutas con amigos durante los fines de semana. Desafortunadamente, fue en una de estas excursiones, cuando se casó un Honda CBR600, donde ocurrió el trágico accidente. Las circunstancias de la colisión aún se están investigando.
Un futuro prometedor
Además de sus actividades deportivas, Joel estaba en el proceso de completar su bachillerato, con solo dos sujetos para terminar. También trabajó con su padre en una fábrica, con el objetivo de seguir un entrenamiento vocacional. «Era un niño duro», dijo su padre, que ahora está luchando por aceptar la pérdida de su hijo.
Una despedida para resonar para siempre
Este lunes, a las 18:45, la incineración de Joel se llevará a cabo en la funeraria Los Arenales de Oviedo. Su ausencia lo hará sentir no solo en su familia, sino también en el mundo del fútbol asturiano, que ha perdido un talento excepcional. Su memoria vivirá entre aquellos que compartieron momentos en el campo, en las aulas y en la vida cotidiana.
