Los gerundenses logran una victoria contundente ante el Rayo Vallecano (3-0) después de tres partidos sin sumar los tres puntos. El conjunto de Míchel supo superar un primer tiempo flojo y dominó al segundo con autoridad y efectividad. Los goles de Tsygankov y Savinho, que marcó un doblete en el descuento, les permiten aumentar a diez puntos su ventaja sobre el Athletic Club, sexto clasificado, y seguir aspirante a la Champions League.
Un primer tiempo para olvidar
El partido empezó con una intensa lluvia que condicionó el juego de ambos equipos. El Girona, que buscaba recuperar sus buenas sensaciones tras dos derrotas y un empate, tuvo la posesión del balón, pero sin profundidad ni creatividad. El Rayo Vallecano, que se jugaba la permanencia, planteó un esquema muy defensivo, con seis hombres detrás, y renunció al ataque. Los gerundenses echaron de menos la calidad de Blind, baja por lesión, para generar ocasiones desde el centro del campo. Solo Savinho, con una jugada individual, y Tsygankov, que cambió a un lado con Portu, aportaron algo de desequilibrio. Los locales sólo inquietaron al portero Dimitrievski con dos disparos de cabeza de Eric Garcia, uno de ellos a la salida de un córner, y otro de Yangel Herrera, que fue rechazado por Aridane en la línea de gol. El Rayo, por su parte, no dio ningún tiro a puerta en toda la primera mitad.
Un segundo tiempo para recordar
En la reanudación, el Girona salió con otra actitud y otro ritmo. Los de Míchel aumentaron la presión, la velocidad y la verticalidad, y asediaron al Rayo en su campo. Yan Couto fue más incisivo por la banda derecha, Miguel buscó más los espacios y Tsygankov apareció con mayor frecuencia por la zona de peligro. Dovbyk, que no tuvo su día cara a gol, trabajó para el equipo y abrió agujeros en la defensa rival. El premio llegó en el minuto 52, cuando David López filtró un pase magistral por Miguel, que asistió a Tsygankov para que batiera a Dimitrievski con un disparo cruzado. Era el 1-0 y el Girona se ponía por delante con toda la segunda parte por delante.
El gol dio tranquilidad y confianza a los gerundenses, que siguieron controlando el partido sin sufrir. El Rayo intentó reaccionar con algunos cambios, pero no encontró la forma de dañar al Girona. Solo Álvaro García tuvo buena ocasión, pero Gazzaniga estuvo atento para evitar el empate. El Girona dispuso de varias oportunidades para sentenciar el partido, pero Dovbyk, Stuani y Solís estuvieron erráticos ante el guardameta. No fue hasta el tiempo añadido cuando Savinho puso la guinda a la tarta con dos goles de bella factura. El primero, en el minuto 91, llegó después de aprovechar una asistencia de Pablo Torre, que recuperó un balón perdido por Lejeune, y definir en el palo corto. El segundo, en el minuto 95, fue fruto de una jugada personal, en la que dejó atrás a Espino con una bicicleta y cruzó el balón ante Dimitrievski. Era el 3-0 y el final de un partido que tuvo dos caras distintas.