Un nuevo comienzo
El 23 de marzo de 2018, Catalunya se despertó con la noticia del exilio de Marta Rovira, secretaria general de Esquerra Republicana, quien decidió marcharse antes de comparecer ante el Tribunal Supremo. En una carta compartida en redes sociales, anunció su partida para emprender un camino difícil en busca de libertad y la posibilidad de ejercer su rol como madre.
Después de más de seis años, Marta Rovira regresa a Catalunya, acompañada por Ruben Wagensberg, diputado de ERC, Josep Campmajó, el periodista Jesús Rodríguez, y el vicepresidente de Òmnium, Oleguer Serra, quienes también se exiliaron a finales del 2023 por la causa del Tsunami Democràtic. Su regreso será marcado por un acto en Cantallops, tras un viaje en coche desde Ginebra, donde Rovira ha vivido en los últimos seis años.
Motivos del regreso
El regreso de Marta Rovira no se debe a los efectos de la amnistía, sino a un error formal del juez Manuel García-Castellón, quien archivó la causa del Tsunami Democràtic. Rovira siempre había afirmado que volvería a Catalunya el día que se archivara la causa del Tsunami, y así lo ha hecho.
A pesar de la reforma del Código Penal que eliminó el delito de sedición, Rovira no regresó de inmediato, ya que su único delito pendiente era el de desobediencia. Sin embargo, después de la aprobación de la amnistía, el juez del procés, Pablo Llarena, dejó sin efecto la orden nacional de detención contra ella.
Implicación en el Tsunami Democràtic
La Audiencia Nacional señaló a Marta Rovira y otros cargos de ERC por su implicación en el Tsunami Democràtic, descartando que fuera un movimiento espontáneo de la sociedad civil. Según informes, Rovira tenía la tarea de consensuar el formato y el contenido del Tsunami con otros partidos y entidades independentistas, así como con el Govern presidido por Quim Torra.
Después de mantener su compromiso de regresar una vez archivada la causa del Tsunami, Marta Rovira finalmente regresa a Catalunya acompañada de otros exiliados por la misma causa, incluyendo Ruben Wagensberg. Su regreso se produce en un momento complicado para su partido, ERC, que enfrenta una profunda crisis interna.
Un regreso oportuno
El regreso de Marta Rovira coincide con un momento difícil para su partido, ERC, que se encuentra dividido entre partidarios de la renovación liderados por ella y los que consideran que Oriol Junqueras debe seguir al frente. Su regreso supone una buena noticia para un partido que atraviesa una crisis interna, y su presencia en la ejecutiva y el consejo nacional del partido podría marcar un hito al ser la primera vez en seis años que no se conectará por videollamada.
Además, su regreso coincide con las negociaciones de ERC con el PSC para la investidura de Salvador Illa, lo que podría significar un cambio en la dinámica política catalana.
