El abogado y su mensaje
Gonzalo Boye, letrado de Carles Puigdemont, ha encontrado en la ironía y las insinuaciones un estilo distintivo para comunicarse con sus seguidores. Con más de 245.000 seguidores en la plataforma X (antes Twitter), Boye ha utilizado este espacio para comentar acontecimientos recientes, como la fuga del presidente al exilio durante la investidura de Salvador Isla. En uno de sus últimos tuits, reflexionó sobre la naturaleza de los actos de desobediencia civil, apuntando que a menudo son incomprensibles al principio, pero que finalmente pueden traer frutos.
El regreso simbólico de Puigdemont
El pasado jueves, Puigdemont hizo una aparición pública en Barcelona después de años de exilio en Bélgica, reafirmando su compromiso con la causa independentista. En un emotivo discurso en el Arc de Triomf, declaró: ‘Estamos aquí porque no tenemos derecho a renunciar’. Sin embargo, poco después del evento, desapareció misteriosamente, logrando evitar una operación de los Mossos d’Esquadra destinada a detenerle.
Críticas a la operación policial
Las reacciones no se hicieron esperar. Joan Ignasi Elena, exconseller de Interior, acusó a Junts y al entorno de Puigdemont de intentar socavar la investidura de Salvador Illa. Elena afirmó que el dispositivo de los Mossos no estaba preparado por la inesperada maniobra del presidente en el exilio y rechazó las críticas al operativo policial, considerándolas como un ataque a la legitimidad del Govern en funciones.
Lamentaciones y estrategias políticas
En un tono similar, Jordi Turull, secretario general de Junts, expresó su desacuerdo con el despliegue policial, calificándolo de ‘lamentable’ y lamentando que la política haya llegado a estos extremos. Su postura coincide con la de Boye, quien ha defendido que los actos de desobediencia civil son a menudo malinterpretados y ridiculizados antes de ser reconocidos como significativos.
Un futuro incierto
Con la sombra de la desobediencia civil y las tensiones políticas que envuelven a Puigdemont y su entorno, el futuro del liderazgo independentista en Catalunya se presenta incierto. Las acciones y reacciones de las autoridades y de los políticos continuarán generando debate y división, mientras que la figura de Puigdemont sigue siendo central en esta narrativa política compleja.