El rey emérito Juan Carlos I y su complicada situación actual

Un exilio entre Ginebra y Abu Dabi

Desde agosto de 2020, Juan Carlos I, el rey emérito, ha estado viviendo lejos de España, dividiendo su tiempo principal entre Ginebra y Abu Dabi. Aunque ha manifestado su interés en regresar definitivamente a España, esta posibilidad no parece factible mientras su hijo, Felipe VI, y su esposa, Letizia Ortiz Rocasolano, estén en el trono. La imagen pública de Juan Carlos I se ha visto seriamente afectada por varias polémicas, lo que ha llevado a muchos españoles a mirarle con recelo.

Visitas esporádicas a su país natal

En un esfuerzo por mantener una apariencia de normalidad, el rey emérito ha hecho visitas ocasionales a España, participando en eventos como competiciones de regatas y reuniones familiares. En 2023, realizó hasta siete visitas al país. Sin embargo, su situación de salud ha sido una constante preocupación. A pesar de sus intentos por proyectar una imagen de fortaleza, la realidad es considerablemente más complicada.

La salud delicada de Juan Carlos I

Las secuelas de una cadera gravemente dañada por un accidente de esquí y una cirugía mal realizada han afectado severamente su movilidad. Hoy en día, depende de una silla de ruedas para moverse y sufre de dolor intenso que dificulta sus actividades cotidianas. A sus 86 años, el rey emérito ha visto un notable empeoramiento en su salud, agravado por el paso del tiempo y sus condiciones médicas.

Tratamientos y diagnósticos médicos

A pesar de utilizar un bastón para tratar de mantener algo de independencia, Juan Carlos I acude mensualmente a una clínica reconocida en busca de tratamientos innovadores que alivien sus dolores. Sin embargo, los resultados de su último chequeo médico no han sido alentadores: su deterioro óseo es irreversible y deberá pasar el resto de sus días en una silla de ruedas. Un reciente informe médico elaborado en Vitoria, tras varios exámenes, ha revelado un significativo empeoramiento de su salud. Aunque sigue una rutina de ejercicio supervisada y recibe cuidados especializados, su declive físico parece inevitable.

Adaptación a una nueva realidad

Para afrontar esta nueva etapa, Juan Carlos I ha organizado su vida de tal manera que sus limitaciones no sean un impedimento. Cuenta con un equipo de cuidadores disponibles las 24 horas del día, fundamental para su vida diaria, ayudándole en todas sus necesidades básicas y actividades cotidianas. Además, ha adaptado su residencia en Abu Dabi, instalando rampas y otros dispositivos que facilitan su movilidad. También pasa tiempo en Ginebra, donde se hospeda en el hotel Four Roses, que cuenta con todas las comodidades necesarias para su día a día.

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