Un Evento Inolvidable para Jóvenes Atletas
Del 6 al 8 de diciembre, el Real Club Polo de Barcelona se transforma en un epicentro de actividad deportiva, acogiendo la 37 edición del prestigioso Torneo Internacional de Hockey de la Inmaculada. Con la participación de más de 1.300 jóvenes deportistas de entre 7 y 14 años, este torneo destaca como uno de los más significativos de Europa en el ámbito del deporte base.
Una Celebración de la Diversidad Deportiva
Atletas procedentes de 24 clubes diferentes se unen en esta competición, representando a países como Inglaterra, Francia, Bélgica, Irlanda del Norte e Italia, así como varias ciudades españolas, incluyendo Madrid y Valencia. Esta diversidad no sólo enriquece el torneo, sino que también fomenta un ambiente de amistad y compañerismo entre los participantes.
Promoviendo Valores a través del deporte
Carlos Ávila, director del torneo, destaca que el principal objetivo va más allá de la competición. «Queremos que los niños y niñas no sólo luchen por ganar, sino que también aprendan a valorar la amistad, la solidaridad y la deportividad. Hemos introducido un álbum de cromos para facilitar la interacción y el conocimiento entre ellos,» comenta.
Inclusividad: Una Prioridad en el Torneo
Una de las características más destacadas de esta edición es la categoría de hockey +, que permite la participación de niños y niñas con discapacidad. Con cinco equipos en competición, se busca ofrecer un entorno inclusivo y de soporte. «Los niños tendrán más oportunidades para interactuar y compartir experiencias durante los partidos», explica Ávila.
Homenaje a Referentes Deportivos
En esta edición, el torneo rinde homenaje a dos destacados deportistas que han brillado en los recientes Juegos Olímpicos de París: Luis Calzado y Marta Segú. «Son ejemplos a seguir para todos los jóvenes atletas. Su éxito es un testimonio de que la dedicación y la pasión pueden llevar a la consecución de los sueños,» afirma el director.
Un Futuro Pleno de Expectativas
Con la colaboración activa de los socios del club y una gran cantidad de voluntarios, este torneo no es sólo una competición, sino una auténtica fiesta del hockey, donde cada niño y niña puede sentirse valorado y parte de una comunidad . El impacto de este evento se refleja en la creación de recuerdos inolvidables y en la formación de lazos de amistad que perdurarán más allá del campo de juego.