La decisión de los concejales de ERC
La decisión de los seis concejales de ERC en Cabacés ha sido mantener el nombre castellano de la población, pese a la oposición de Junts y un concejal independiente. Esta determinación contradice la denominación tradicional en catalán, Cabassers, y se ha interpretado como una imposición contraria a las leyes de memoria y lingüística.
La resistencia a cumplir la legalidad
Los sucesivos gobiernos de Cabacés han encontrado una manera de saltarse la Ley de Política Lingüística desde 1998, aprovechando una carencia en la legislación local. Esta falta de cumplimiento no está sancionada, al contrario de la retirada de topónimos franquistas que implica multas y privación de subvenciones.
Consecuencias de la resistencia
Mientras la Ley de Memoria Democrática prevé sanciones por no eliminar nombres franquistas, la Ley de Política Lingüística no contempla un mecanismo de acción para casos como el de Cabacés. Esto permite al Ayuntamiento mantener una denominación que no cumple con la legalidad establecida.
