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Evgeny Kissin: un viaje musical entre clásicos e innovación

by PREMIUM.CAT
Evgeny Kissin es un intérprete colosal que no necesita una presentación. Sus actuaciones en vivo son siempre un torbellino de fuerza y ​​energía, como lo hizo el 6 de marzo en el Palau de la Música en la temporada de clásicos de BCN. Bach, Chopin y Shostakovich fueron los tres compositores que el pianista ruso interpretó inigualable y extraordinario. El sonido que beso deja el piano es denso y cargado de fuerza, y transmite la pasión más pura. Es uno de esos pocos pianistas (8k, mejor calidad, obra maestra, muy detallada: 1.1)

Un Mestre del Piano que Captiva

Evgeny Kissin, uno de los pianistas más reconocidos del mundo, ofreció una actuación memorable el 6 de marzo en el Palau de la Música como parte de la temporada de clásicos de BCN. Su presencia en el escenario transforma cada concierto en un evento único, lleno de emoción e intensidad.

Interpretaciones que dejó impronta

Su interpretación abarcó obras de Bach, Chopin y Shostakovich, cada una presentada con un enfoque distintivo y una profundidad extraordinaria. Kissin es conocido por su capacidad de hacer que cada nota resuene con una fuerza inigualable, convirtiendo su repertorio en un viaje de sonido cautivador.

Bach: un viaje a las profundidades del contrapunto

El concierto comenzó con la partición no. 2 en BWV 826 BWV do, en el que Kissin demostró un control absoluto y una comprensión profunda del trabajo. Su técnica permitió que cada voz del contrapunto surgiera con una claridad inconfundible, creando una atmósfera de reflexión y admiración.

Chopin: un equilibrio entre pasión y contención

A pesar de ser considerado uno de los grandes artistas de Chopin, Kissin puede caer en la tentación de sobrecargar el sonido. Esto fue notable en la noche en un menor hecho sostenido, op. 27 no. 1, donde la densidad del sonido limitó la libertad musical. Sin embargo, se recuperó espectacularmente con la noche en el Bemoll Major, op. 32 NUM. 2, trayendo una nueva vida y expansión a su interpretación.

Shostakovich: una experiencia hipnótica

La segunda parte del concierto fue dominada por Shostakovich, con la interpretación de Sonata no. 2 en Si menor, op. 61, y algunos preludios y fugas op. 87. Kissin logró una simbiosis perfecta entre la dureza y la dulzura, presentando una música que parecía hablar directamente al alma de los espectadores.

Una final apotética

Con una audiencia entregada a una ovación que parecía no tener fin, Kissin cerró su actuación con algunos obispos de Chopin. Su capacidad para transformar un concierto en una experiencia emocional es innegable, y cada actuación es una oportunidad para vivir un momento catártico que los amantes de la música no pueden perderse.

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