Un encuentro de reflexión a la altura
Recientemente, el Templo del Sagrado Corazón en Tibidabo en Barcelona organizó un evento significativo en el que unos cincuenta monitores del movimiento de Centros de Ocio Cristiano, perteneciente a la Fundación Pere Tarrés, se encontraron con un propósito común: profundizar la espiritualidad y la fe de los niños y los jóvenes. Este espacio, lejos del estrés urbano, proporcionó una atmósfera ideal para la introspección y el intercambio de ideas.
Dinámica innovadora para el aprendizaje
Con el eslogan ‘Itinerarios de la esperanza’, los participantes participaron en diversas actividades diseñadas para vincular el aprendizaje de la fe con las experiencias del parque de diversiones. Aunque el parque estaba cerrado, su presencia creó una atmósfera mágica que enriqueció el día.
Realidad virtual y nuevas perspectivas
Uno de los aspectos más destacados fue la realidad virtual, que estaba relacionada con el famoso tren Tibidabo Express. Los monitores participaron en un juego de roles que les permitió explorar varias emociones y situaciones, fomentando así la capacidad de ver las cosas desde diferentes ángulos y perspectivas.
Contemplación y reflexión a través de metáforas
La Noria Giradabo sirvió como una metáfora para enseñar a los asistentes a mirar la vida con una perspectiva más profunda. Esta actividad enfatizó la importancia de mantener el enfoque en el centro de nuestra existencia, al tiempo que exploraba diferentes puntos de vista.
Manejo de emociones y fe
Durante la novena edición de The Night of the Animators of the Faith, se hizo especial énfasis en la gestión emocional. A través de dinámicas como ‘Russian Mountain: ¿dudas? ¡Vas al camino correcto!
Diálogo interreligioso y diversidad cultural
Otro aspecto fundamental del encuentro fue el conocimiento de las diversas formas de religiones vivos. La atracción piratta, con su inclinación extrema, simbolizaba el viaje de los jóvenes a través de diferentes culturas y tradiciones, fomentando el diálogo y la coexistencia.
Cerrar con oración y reflexión
El día se cerró con una oración en la Basílica del Sagrado Corazón, donde todos los asistentes tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre las experiencias y las conexiones establecidas durante este día significativo.