Una tradición milenaria
El pastel de queso, una delicia que ha cautivado a generaciones, no se limita al conocido estilo neoyorquino o al delicado pastel japonés. Su historia se extiende a través de los siglos, revelando una rica diversidad de preparaciones que se remontan a la Antigua Grecia.
El antiguo plakús: precursor en el tiempo
Hace más de 4.000 años, los griegos ya elaboraban una tarta llamada plakús, una mezcla de queso, miel y harina. Este plato no sólo era una delicia, sino que también se consideraba un alimento energético esencial para los atletas en los primeros Juegos Olímpicos. Su textura densa y el sabor equilibrado entre dulce y salado lo convierten en uno de los primeros antecedentes del postre moderno de queso.
Un alimento para ganadores
El plako ejemplifica cómo la comida no sólo sirve para alimentar el cuerpo, sino que también puede jugar un papel en la cultura y las tradiciones de la sociedad.
Sambocade: la conexión medieval
Más tarde, en la Inglaterra medieval, apareció la sambocade, un pastel que destaca por su combinación de requesón fresco, crema y flores de saúco. Documentada en el famoso libro de recetas ‘The Forme of Cury’, esta creación representaba una evolución significativa, integrando una base de masa que la hacía parecida a las tartas que conocemos hoy en día.
Una delicadeza floral
El sabor distintivo del saúco puede parecer extraño hoy, pero en su tiempo, la sambocade era considerada una exquisitez, un verdadero testimonio del ingenio culinario medieval.
Ricotta: el nacimiento del moderno pastel de queso
Durante el Renacimiento italiano, el pastel de ricotta se convirtió en uno de los predecesores más cercanos al pastel de queso contemporáneo. Preparado con ricotta fresca, azúcar, huevos y un toque de ralladura de limón, esta tarta ofrece una textura ligera y un sabor refinado que anticipa las características de la tarta de queso actual.
Un sabor que perdura
Aún hoy, en la región de Nápoles, la tarta de ricotta es una delicia que se sirve en fiestas, manteniendo viva la tradición que ha influenciado las variantes de tarta de queso a lo largo del mundo.
Legado de las ‘abuelas’ del pastel de queso
Las creaciones antiguas como plakus, sambocade y pastel de ricotta son más que simples recetas; son testigos de una evolución culinaria que ha dejado una impronta indeleble en la historia de la repostería. Cada una de estas tartas representa un capítulo de un fascinante viaje que nos conecta con el pasado.
A medida que disfrutamos de la tarta de queso actual, es importante recordar sus raíces, donde cada mordisco no sólo es un placer, sino también un homenaje a las tradiciones culinarias que han perdurado a lo largo de los años.