Un aviso alarmante del primer ministro
El primer ministro francés, François Bayrou, pidió una reflexión durante una conferencia de prensa el 15 de abril, advirtiendo que el pueblo francés no está trabajando o produciendo lo suficiente. Su declaración de que «no tenemos los recursos necesarios» ha llevado a un intenso debate sobre la sostenibilidad del modelo económico actual del país.
Medidas drásticas en un contexto preocupante
Tras la moción de censura que desestimó a Michel Barnier en diciembre pasado, Bayrou ha creado un «comité de alerta de presupuesto» y declaró un «estado de emergencia presupuestaria». El déficit público de Francia para el ejercicio fiscal de 2024 ha superado las expectativas, con un preocupante 5.8%, casi el doble del límite establecido por el tratado europeo.
Un déficit preocupante
Con una deuda pública que ha alcanzado un récord del 113% del PIB, la situación fiscal de Francia se ha vuelto insostenible. Esta dinámica se refleja en el gasto público, que para 2023 ascendió al 58.4% del PIB, posicionando a Francia como el país con el sector público más grande del mundo.
Reacción pública e histórica de fallas
A pesar de la gravedad del mensaje de Bayrou, su receptividad entre los ciudadanos es dudosa, ya que Francia es conocida por su cultura de altos ataques y expectativas de ayuda pública. Los presidentes anteriores, como Nicolas Sarkozy y Emmanuel Macron, buscaron comunicar la necesidad de reformas laborales, pero se vieron obligados a volver a la reacción popular.
Una dependencia insostenible
Francia no solo se destaca por su alto gasto social, que en 2019 concentró el 15% del gasto social mundial con solo el 1% de la población, sino que también experimentó una disminución significativa en su productividad en las últimas dos décadas.
Un mensaje claro: la necesidad de cambios
Bayrou ha intensificado sus advertencias, enfatizando que Francia es el país que invierte el dinero más público y que otras naciones más avanzadas han podido reducir sus gastos en tiempos de crisis. Él ha demostrado que la deuda es una «trampa peligrosa» que no puede sostenerse a largo plazo.
Una apelación a la responsabilidad ciudadana
En su llamado a la acción, instó a los ciudadanos a enfrentar la realidad de la situación fiscal y a reconocer la importancia de las reformas. «Solo con la conciencia de nuestra realidad podemos llevar a cabo acciones efectivas», dijo Bayrou.
El futuro incierto
El ejecutivo busca reducir el déficit al 5,4% del PIB este año mediante una disminución en los gastos públicos. Sin embargo, la respuesta de los franceses, acostumbrados a la protección del estado, es incierta. Los sindicatos, por otro lado, ya han pedido un aumento en los impuestos a la riqueza, destacando las tensiones que rodean la política fiscal del país.