Un año tumultuoso para Frederic X y Mary
Frederic X y Mary de Dinamarca han dejado de lado sus labores como soberanos. Tras entrar en el trono de forma conmovedora y llena de controversia, la pareja ha decidido tomar unas nuevas vacaciones privadas. Ésta es la tercera vez que lo hacen este año, aunque sólo llevan siete meses llevando la corona. Pese a las pocas apariciones públicas y la baja productividad en este corto período, no han dudado en aumentarse el sueldo. No parece que les falte picardía.
Destinos secretos y ausencia notable
Tras elegir Verbier, Suiza, una de las estaciones de esquí más exclusivas de Europa donde tienen una lujosa residencia, su nuevo destino es desconocido. Ni siquiera la prensa danesa tiene información sobre el lugar en el que se encuentran sus monarcas. Sabe sólo que en este viaje también están sus dos hijos pequeños, los gemelos Vicent y Josefina, y la princesa Isabella. Son pues unas vacaciones en familia, aunque falta su primogénito, Christian, que está recuperándose de las celebraciones de su graduación.
Christian XI: el joven que entrena para reinar
El joven Christian, con apenas 18 años, está asumiendo tempranamente sus responsabilidades reales. Desde el vestido hasta sus guardaespaldas, su aparición pública y sus desmanes han captado la atención. Pero ahora, mientras sus padres se encuentran de vacaciones, debe trabajar como rey. Esto incluye prepararse para la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París.
Un panorama nou per a Dinamarca
La situación actual ha alterado su cotidianidad en Dinamarca. Con sus soberanos ausentes y el joven Christian a la cabeza, no cabe duda de que la opinión pública está ansiosa. Muchos recuerdan la época de Margarita II, siempre disponible y dedicada. Su abdicación, que se precipitó por un escándalo de infidelidad, dejó un gran vacío.
La labor de Margarita II y el rellano de Christian
En otras ocasiones, cuando Federico y Mary se encontraban de vacaciones, Margarita II asumía sus responsabilidades sin problemas. Ahora, su negativa a continuar ese rol ha forzado a Christian a hacer frente a sus nuevas funciones. Debe controlar sus impulsos juveniles y demostrar que está listo para sus funciones reales.
La presión sobre Christian XI no sólo es intensa, sino también observada con lupa. La situación puede convertirse en un nuevo escándalo si el joven rey falla. Dinamarca, siempre atenta, espera con inquietud los próximos eventos.