La sombra de la salud pública después de la DANA
Las recientes inundaciones han dejado una impronta profunda en las comunidades afectadas, generando no sólo daños materiales sino también una inquietud creciente sobre la salud pública. Expertos como Óscar Zurriaga, profesor de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Valencia, alertan sobre los riesgos sanitarios que podrían surgir como consecuencia de estos eventos.
Riesgos en la limpieza: Un trabajo peligroso
La limpieza del barro, una de las primeras prioridades después de las inundaciones, se presenta como uno de los mayores peligros. Zurriaga subraya la importancia de proteger adecuadamente a los voluntarios que se ofrecen a ayudar, puesto que no se trata sólo de barro, sino de una mezcla de lodo y contaminantes que pueden causar infecciones graves si se producen heridas durante el proceso.
Agua y alimentos: Fundamentos de la supervivencia
El acceso a agua limpia y alimentos resulta crucial en situaciones de emergencia. Zurriaga advierte que el agua contaminada puede llevar a enfermedades gastrointestinales, un problema que algunas localidades están abordando con largos plazos para restaurar los suministros. Además, la comunidad ha demostrado una solidaridad admirable, con ciudadanos que recorren considerables distancias para llevar alimentos y medicamentos a los necesitados.
Gases tóxicos: una amenaza invisible
La contaminación por gases tóxicos derivada de vehículos arrastrados es otra preocupación a tener en cuenta. Zurriaga recuerda un reciente incidente en un garaje que ilustra los peligros que pueden surgir en espacios cerrados inundados. La precaución es esencial, especialmente en lugares en los que el agua se mezcla con sustancias peligrosas.
Insectes: Un problema menor en el context actual
La proliferación de insectos como los mosquitos es un tema que ha generado preocupaciones entre los residentes. Sin embargo, Zurriaga considera que, gracias a las condiciones climáticas actuales, éste no es el principal problema, ya que los mosquitos son más activos durante los meses de verano. Su reproducción es una cuestión que puede gestionarse con medidas adecuadas.
Impacto emocional: La salud mental también cuenta
Los efectos emocionales de las inundaciones son profundos y con frecuencia se dejan de lado. Muchas personas han perdido todo, incluyendo seres queridos. Zurriaga destaca la necesidad de proporcionar apoyo psicológico tanto a niños como a adultos, puesto que la recuperación emocional es tan crucial como la física.
Caminos hacia la recuperación: Un esfuerzo colectivo
Según Zurriaga, la clave para mitigar los riesgos sanitarios radica en garantizar suministros de agua y alimentos seguros, así como eliminar los restos de aguas residuales. La reconstrucción no sólo debe ser un esfuerzo individual, sino una responsabilidad compartida entre todos los miembros de la comunidad para avanzar juntos en la recuperación.