Un Momento Decisivo en la Historia Europea
En 1701, hace 323 años, en Carpi, se libró una batalla que marcaría el inicio de la guerra de Sucesión Española. El ejército austríaco, comandado por Eugenio de Saboya, se enfrentó al ejército francés, dirigido por Nicolas Catinat. Este evento tuvo lugar después de la muerte sin descendencia del monarca Carlos II de España y la apertura del testamento a favor de Felipe de Borbón. Esto provocó tensiones y conflictos que desencadenaron una guerra que duraría hasta 1715.
La Diplomacia y la Creación de Alianzas
Entre 1700 y 1701, la cancillería austríaca promovió una intensa campaña diplomática que culminó con la creación de la alianza internacional austracista. Esta alianza estaba formada por varios reinos y territorios, incluyendo Inglaterra, Países Bajos, Portugal, el ducado independiente de Saboya y la corona catalanoaragonesa. Esta alianza desplegó un gran poderío militar, que se manifestó en el teatro de guerra en el norte de la península italiana.
El Resultado de la Batalla y las Consecuencias
La batalla fue favorable a los austríacos, eliminando la influencia francesa en la región y abriendo nuevas oportunidades para otros actores, como la República de Génova. Este nuevo paisaje facilitó el papel de Génova como punto estratégico de negociaciones. Esa victoria marcó un punto de inflexión en el conflicto.
El Papel de Cataluña y la Reunión en Génova
En 1705, el partido austracista catalán se reunió en Génova con los representantes del gobierno inglés y firmó un acuerdo que reconocía a Cataluña como un sujeto político con derecho a decidir su futuro. Este acuerdo también preveía otras medidas, como el nombramiento de Carlos de Habsburgo conde independiente de Barcelona y la implicación de Cataluña en el conflicto como un actor más.