Un momento histórico
El día de hoy, hace 733 años, la ciudad-fortaleza de San Juan de Acre, la última plaza del reino cristiano de Jerusalén, fue conquistada por el ejército de los mamelucos. Esta fecha marca un punto de inflexión en la historia de la región de Oriente Próximo.
La batalla y la caída de la ciudad
El ejército mameluco puso cerco a la ciudad de San Juan de Acre el 6 de abril del año anterior. Tras cuarenta días de batalla, lograron doblegar las defensas de la ciudad y tomar el control.
Los defensores de la ciudad
La guarnición cristiano que defendía Acre estaba formada por caballeros de las cuatro grandes órdenes religiosas-militares de la época, así como por milicias armadas de las colonias comerciales genovesa, pisana y veneciana.
Las consecuencias de la caída
La pérdida de San Juan de Acre y del reino cristiano de Jerusalén supuso un gran descrédito para las órdenes religiosas. Además, la Orden del Temple, que tenía una gran presencia en Francia y Cataluña, adquirió una extensión de terreno en el valle del río Mijares, propiedad de la familia nobiliaria y militar catalana de los Anglesola. Esta adquisición fue un intento de consolidar los dominios de los templarios y establecer un estado templario independiente.
El sueño templario
El objetivo final de los templarios era unir a los dos grandes latifundios que habían ganado durante la conquista catalana del valle bajo del Ebro y durante la primera época de la conquista valenciana. Con esta unión, buscaban crear un estado templario independiente con capital en Culla, destinado a ser la plataforma de lanzamiento para las empresas militares que debían restaurar el reino cristiano de Jerusalén.
La reacción de Barcelona
Cuando la cancillería de Barcelona tuvo conocimiento de este proyecto, que dividía los dominios catalanoaragoneses, actuó para desestabilizarlo y evitar que se consolidara.