Barcelona, capital mundial de vela
La Copa América está a punto de empezar y Barcelona ya está experimentando la emoción de ser la capital mundial de la vela durante unos meses en 2024. Aunque todavía faltan algunos detalles por determinar, como los proveedores oficiales y las renovaciones portuarias, la ciudad está preparada para albergar esta prestigiosa competición.
Los retos de los clubs de vela
Mientras Barcelona se prepara para albergar la Copa América, los pequeños clubs de vela de la costa catalana están pasando por momentos difíciles. Muchos de ellos han tenido que cerrar sus puertas y otros están luchando por sobrevivir después de negociar acuerdos con los gobiernos municipales.
La aplicación de la Ley de Costas
El principal problema que enfrentan estos clubs es la aplicación de la Ley de Costas de 1988, que a menudo se hace de forma desmedida y sin consenso entre las diferentes administraciones competentes: el Estado, la Generalitat y los ayuntamientos. Esta ley se aplica como si los clubs de vela fueran establecimientos de ocio lucrativos, lo que ha puesto en peligro su supervivencia.
La lucha de los clubs de vela
Los clubs de vela argumentan que ellos carecen de ánimo de lucro y que su función es fomentar el deporte y tener una función social. Por eso, piden que se aplique una ponderación con respecto a la legalidad y que se busquen soluciones para permitir su continuidad.
El cas del Club de Mar de Sitges
Uno de los casos más significativos es el del Club de Mar de Sitges, que se encuentra en un conjunto arquitectónico declarado Bien Cultural de Interés Local y está en trámites para ser elevado a Bien Cultural de Interés Nacional. Los dirigentes de este club están luchando por conseguir la concesión de la Generalitat y han pedido apoyo al Ministerio de Transición Ecológica para evitar su cierre.