El calor en verano y la pobreza energética
El verano es una época en la que las temperaturas suben y las olas de calor son cada vez más frecuentes. Sin embargo, a menudo no se asocia la pobreza energética con esta estación del año. A pesar de la carencia de datos, algunos indicadores nos alertan sobre esta problemática. Las muertes relacionadas con las oleadas de calor son uno de los indicadores más visibles. Durante los días de altas temperaturas, el número de defunciones aumenta. Según la Fundación para la investigación del Clima, más de 11.000 muertes se atribuyeron al calor durante 2023 en España. Es importante destacar que estas muertes no son causadas directamente por un golpe de calor, sino que son el resultado del empeoramiento de los síntomas y los episodios fatales en personas con determinadas patologías.
La falta de datos y los indicadores de pobreza energética
Uno de los principales problemas en el estudio de la pobreza energética es la carencia de datos. Las encuestas más importantes al respecto sólo preguntan si los hogares pueden mantener una temperatura adecuada durante los meses fríos. Sin embargo, la Agencia de Salud Pública de Barcelona es una excepción, ya que diferencia entre invierno y verano en sus preguntas. Según sus datos, un 13,9% de las mujeres residentes en Barcelona no podían mantener el hogar a una temperatura adecuada en verano, mientras que en invierno eran un 10,9%. Estos indicadores están relacionados con fenómenos como las islas de calor, que están más presentes en zonas urbanas con mucha densidad de población y poca vegetación.
La eficiencia energética de las viviendas
Otro factor importante a tener en cuenta es la eficiencia energética de las viviendas. En Cataluña, más del 81% de las viviendas tienen una certificación energética de calificación E-G, lo que indica que no son eficientes en términos energéticos. Esto es especialmente relevante ya que el 60% del parque de viviendas en Cataluña es anterior al año 1980, antes de que se establecieran las normativas de aislamiento térmico. Esta falta de eficiencia contribuye al aumento de la pobreza energética en verano.
La importancia de la ventilación y la rehabilitación
Para abordar la pobreza energética en verano, es esencial tener en cuenta la ventilación y rehabilitación de las viviendas. La ventilación adecuada puede ayudar a reducir la sensación térmica y mejorar el confort en el hogar. Además, la rehabilitación de las viviendas para mejorar el aislamiento térmico es una medida clave para reducir la pobreza energética. Sin embargo, es importante asegurarse de que estas medidas se tomen bajo criterios de justicia social, para garantizar que todo el mundo tenga acceso a una temperatura adecuada en su casa.
Los refugios climáticos como solución
Una posible solución para la pobreza energética en verano son los refugios climáticos. Estos son espacios públicos climatizados, como bibliotecas o centros cívicos, donde la población puede ir para estar bien refrigerada durante los días de calor intenso. Sin embargo, muchas personas no conocen estos refugios y no los utilizan. Es importante comunicar adecuadamente su existencia para que todo el mundo pueda beneficiar de ella.
La importancia de la justicia social
Frente a la pobreza energética en verano, es esencial abordar la cuestión desde una perspectiva de justicia social. Es necesario garantizar que todo el mundo tenga acceso a una temperatura adecuada en su casa, independientemente de sus recursos económicos. Esto implica no sólo disponer de la infraestructura necesaria, sino también asegurarse de que las personas puedan hacer frente a los costes energéticos sin tener que renunciar a otras necesidades básicas.
Conclusión
La pobreza energética en verano es un grave problema que requiere acciones concretas. Es necesario tener en cuenta el calor como factor relevante y tomar medidas para mejorar la ventilación y la eficiencia energética de las viviendas. Además, es importante comunicar adecuadamente los refugios climáticos y garantizar que todo el mundo tenga acceso a una temperatura adecuada en su casa. Todo esto debe hacerse bajo criterios de justicia social, para asegurar que nadie se quede atrás en la lucha contra la pobreza energética en verano.