La Primera Catedral y el Primer Obispo
En el año 1494, en la isla de la Española, los Colón, acompañados por un grupo de colonos, inauguraron la primera catedral de la colonia. El religioso leridano Bernat Boïl, designado administrador apostólico de las tierras recién descubiertas por el papa Alejandro VI, se convirtió en el primer obispo católico del Nuevo Mundo. Esta relación entre la Iglesia catalana y el Nuevo Mundo perduró durante los tres siglos de dominación hispánica y la evangelización de las sociedades nativas.
La Conquista del Far West
A principios de 1848, el ejército de los Estados Unidos completó la conquista de los antiguos territorios mexicanos al norte del Río Grande. Tras la firma del Tratado de Guadalupe-Hidalgo, los norteamericanos fomentaron la inmigración de lengua y cultura anglosajona a estos territorios. Curiosamente, los primeros obispos de la costa del Pacífico, después de la conquista y la formación del estado norteamericano de California, fueron catalanes.
La Diócesis de las Dos Californias y el Obispo Alemany
Tras la muerte del primer obispo de la diócesis de las Dos Californias, el Pontificado nombró al misionero catalán Josep Sadoc Alemany i Cunill como su sucesor. Alemany, consciente de la diversidad de la sociedad en el nuevo país, promovió la creación de varias parroquias para diferentes comunidades lingüísticas.
La Diócesis de Los Ángeles y los Obispos Amat y Mora
Después de la división de la diócesis de las Dos Californias, el Pontificado designó al catalán Tadeu Amat i Brusi como obispo de Los Ángeles. Posteriormente, Francesc Mora i Borrell, también catalán, se convirtió en el segundo obispo de la historia de Los Ángeles, destacando en la apertura de nuevas parroquias y escuelas religiosas.
La Diócesis Guameña
En 1911, el Pontificado nombró al capuchino catalán Xavier Vilà i Mateu como el primer obispo de la historia guameña. Tras su fallecimiento, fue sucedido por Agustí Bernaus i Serra, también catalán, quien ejerció como obispo hasta su muerte en 1930.
