La presencia de anglicismos en el catalán
¿Estás cansado de encontrarte con anglicismos innecesarios? Yo también. Sin embargo, es importante destacar que el catalán ya incorporaba anglicismos desde el siglo XIX y principios del siglo XX. Durante esa época, la tecnología del vapor se extendió, lo que llevó a la mecanización de la industria textil y la aparición del tren. Estos avances tecnológicos fueron inventados y desarrollados por los ingleses. Dado que en Cataluña central, el Vallès y la zona de Alcoi se dedicaban a la producción textil, y considerando que el tren se hizo presente en todas partes, muchos términos técnicos en inglés se incorporaron al catalán.
Incluso en Menorca, donde la isla era una colonia británica en el siglo XVIII, se introdujeron numerosos anglicismos. Por ejemplo, las palabras inglesas ‘bow-window’, ‘shell’ y ‘chalk’ se convirtieron en las palabras menorquinas ‘boínder’, ‘xel’ y ‘xoc’.
Ejemplos de anglicismos en el catalán
Si observamos la nomenclatura de los aparatos textiles de esa época, podemos ver claramente la presencia de anglicismos. Por ejemplo, los artilugios llamados ‘self-acting’ y ‘spinning-jenny’ se convirtieron en ‘selfactina’ y ‘jènua’ en catalán, respectivamente.
Además, en el ámbito de la agricultura también encontramos anglicismos en el catalán. Por ejemplo, la enfermedad del viñedo conocida como ‘mildiu’ en catalán proviene del término inglés ‘mildew’, que significa ‘moho’. Otro ejemplo es la palabra ‘basquet’, que se utiliza en el Delta para referirse a una caja de cosecha, proveniente del inglés ‘basket’.
Anglicismos en el mundo ferroviario
El mundo ferroviario también ha dejado su huella en el catalán con la presencia de anglicismos. Por ejemplo, los términos ‘raïl’ y ‘tren’ provienen del inglés ‘train’. Además, en el Maresme, las traviesas (las maderas que se colocan bajo los raíles) se conocen tradicionalmente como ‘felipa’, que proviene del inglés ‘sleeper’.
Es interesante cómo algunas palabras han evolucionado en el catalán a lo largo del tiempo, adaptándose a la lengua y la cultura de la región. Aunque los anglicismos pueden generar controversia, es importante reconocer su presencia en el catalán y comprender su origen histórico.
Conclusión
En resumen, los anglicismos han tenido una influencia significativa en el catalán, especialmente en el ámbito de la tecnología y la industria textil. Aunque algunos puedan considerarlos innecesarios, es importante reconocer su presencia histórica y entender cómo se han adaptado a la lengua catalana a lo largo del tiempo. Los anglicismos son parte de la riqueza y la evolución del idioma catalán.