La percepción del peligro en la calle
El 80% alarmante de las mujeres sin hogar reconoce que la calle es un ambiente que las hace sentir vulnerables. Espacios como aeropuertos, estaciones de trenes y hospitales se convierten en refugios temporales para estas mujeres, que buscan evitar la posible agresión, un fenómeno que las mantiene en el anonimato y marginales aún más.
Desigualdades de género en la falta de vivienda
Lídia Pitarch, una experta en seguridad humana, enfatiza que por cada 10 personas sin hogar, solo una es una mujer. Esta disparidad de género crea un ambiente hostil, donde las mujeres a menudo eligen unirse a los hombres, que podrían ser sus parejas, para buscar un falso sentido de seguridad, un mecanismo que puede ser contraproducente.
Un pacto de defensa
Muchas de estas mujeres se sienten obligadas a aceptar la compañía de un hombre como una forma de protección, con la esperanza de que la agresión provenga de una sola persona y no de un grupo. Sin embargo, esta dinámica a menudo resulta en un aumento en la violencia física por parte de aquellos que creían que estaban protegidos.
Las estadísticas hablan claramente
Según Elena Sala, responsable de un programa dedicado a mujeres sin hogar, más del 60% de ellas no duermen en la calle, pero buscan refugios en lugares mal visibles. Su vulnerabilidad los facilita el abuso, lo que refleja una realidad aterradora.
Violencia sistémica
Siete de cada diez mujeres sin hogar han sido víctimas de violencia, y seis han experimentado violencia sexual. Los estudios europeos sugieren que esta cifra podría ser aún mayor, ya que muchas de estas mujeres no informan incidentes.
Estrategias para sobrevivir
Para pasar desapercibidos, algunas mujeres adquieren una apariencia más masculina o usan estrategias, como vestirse con ropa que las distinguen menos, buscando evitar la atención no deseada. Los elementos como anteojos y maletas pueden parecer inocentes, pero son tácticas de supervivencia.
La creación de espacios seguros
La Fundación Assisi se ha dado cuenta de la necesidad urgente de espacios seguros para las mujeres. En los últimos años, la proporción de mujeres que buscan ayuda ha crecido significativamente, con más del 55% de las 1.627 personas a las que asistieron 2024 mujeres, un cambio significativo en comparación con hace una década.
Un futuro que requiere atención
La tendencia actual indica que las mujeres sin hogar necesitan apoyo más grande y más especializado. La sociedad debe ser consciente de esta realidad y trabajar juntos para crear soluciones efectivas que aborden las necesidades específicas de este grupo vulnerable.