Una semana de esperanza lluviosa
Barcelona y el resto de Cataluña se están preparando para recibir un episodio de lluvia que promete ser significativo, con vistas a un cambio radical en la situación de sequía que ha afectado a la región durante más de un siglo. El pronóstico señala que entre el martes y el miércoles, se presentará una nueva ola de lluvia.
Arribada de la borrasca Laurence
Los modelos meteorológicos indican que la tormenta de Laurence, combinada con vientos húmedos del sudeste, generará un flujo de humedad que se traducirá en abundantes lluvias en varios condados. Este fenómeno, que comienza en Sicilia, va a Cataluña, proporcionando inestabilidad atmosférica y condiciones para la lluvia.
Detalles del episodio lluvioso
Los mapas esperan que las primeras gotas comiencen a caer el martes por la tarde, moviéndose de sur a norte. Se espera que la lluvia sea más intensa en los condados de Girona y Barcelona, donde algunos lugares podrían registrarse hasta 50 litros durante todo el episodio.
El impacto del deshielo
A medida que llegue la lluvia, las temperaturas también aumentarán, lo que provocará que el nivel de nieve se mantenga por encima. Inicialmente, la nieve podría caer a altitudes de 1.300-1,400 metros, pero se espera que este nivel pueda aumentar a 1.900 metros o más.
Beneficios para los recursos hídricos
Esta etapa de lluvia y deshielo es una gran noticia para los ríos y embalses de Cataluña, que ya son el 46% de su capacidad. Con la nueva contribución del agua, es probable que superen el 50% pronto, mejorando así la situación del agua de la región.
Perspectivas futuras de la lluvia
Además, los modelos apuntan a la posibilidad de otro episodio lluvioso antes del fin de semana, causado por una poderosa tormenta que se mueve del Atlántico. Esta nueva tormenta podría conducir a una mayor lluvia entre el jueves y el viernes, especialmente a los jefes de los ríos.
Marzo: un mes que puede marcar la diferencia
En marzo de este año, se describe como un mes clave para lidiar con la sequía histórica que ha afectado a Cataluña durante tres años. Las condiciones actuales podrían indicar el comienzo del fin de esta crisis del agua, con mejoras significativas en las reservas de agua superficial y subterránea.
Las próximas semanas serán decisivas y las expectativas son positivas. Si se cumple el pronóstico, Cataluña podría estar en camino a una recuperación de agua muy necesaria.