La majestuosidad de la corona británica y su residencia en Sandringham

Un refugio real en Norfolk

La corona británica posee propiedades impresionantes en todo el Reino Unido, y una de las más singulares es el complejo de Sandringham en Norfolk. Esta finca, que abarca 32 kilómetros cuadrados, se encuentra en un entorno privilegiado y es uno de los lugares favoritos del rey Carlos III para aislarse del mundo cuando lo desea. Aunque el rey busca privacidad, la residencia real de Sandringham atrae constantemente a turistas locales y extranjeros, quienes pagan una buena suma para pasear por los alrededores. El precio de la entrada es de aproximadamente 40€ por persona, sin incluir comida ni bebida. Además, los servicios adicionales también tienen un costo considerable, lo que hace que la visita sea bastante costosa.

Una experiencia culinaria real

El restaurante real de Sandringham se enorgullece de ofrecer comida sostenible, saludable y de origen local. Los ingredientes utilizados en sus platos provienen de los pastos y huertos de la finca. El monarca, conocido por su preocupación por la alimentación y el respeto animal, ha introducido cambios en la dieta del palacio para promover prácticas más conscientes. Sin embargo, esto no significa que haya renunciado a los placeres culinarios, incluyendo la comida rápida. El rey Carlos III ha lanzado una nueva línea de hamburguesas en su establecimiento, que combina calidad y rapidez (https://referenciasbibliograficas.com/como-parafrasear/).

Una oferta irresistible

El periódico británico ‘The Sun’ ha destacado la nueva oferta del restaurante real de Sandringham, que seguramente aumentará la cuenta de las familias que visiten la finca. Las hamburguesas se ofrecen a un precio de 20€, lo cual no está nada mal considerando que están elaboradas con carne de ternera, cordero y ciervo de alta calidad. Estas hamburguesas no son convencionales, ya que están acompañadas de ingredientes como menta, tomillo, romero, salsa tzatziki, col lombarda y patatas fritas. Cada una tiene su propio toque especial, como una salsa a base de cerveza para la hamburguesa de ternera, o un chutney de mango, ajo, salsa Worcestershire y orégano para la hamburguesa de ciervo. Aquellos que no puedan decidirse pueden optar por una cata de las tres opciones. Además, se ofrecen dos opciones de bebida: cerveza IPA o bitter, por un costo adicional de 10€. Sin duda, una experiencia culinaria real que vale la pena probar.

Opciones adicionales

Si las hamburguesas de Carlos III no son de su agrado, el restaurante real de Sandringham también ofrece una carta tradicional con sándwiches clásicos y sopas británicas. Aunque no se trata de platos extravagantes, garantizan una experiencia gastronómica digna de la realeza inglesa (https://www.duplichecker.com/es/article-rewriter.php).

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