La ópera en catalán: un viaje lleno de extrañeza y espera

El recuerdo de un momento inolvidable

Un comentario de Joan Manén publicado en la Revista Musical Catalana destaca la exclamación de un espectador durante la representación de “Lo desengany” de Arturo Baratta en el Gran Teatre del Liceu. Esta obra se convirtió en la primera ópera en lengua catalana que se interpretaba en este emblemático escenario, y su estreno se remonta al año 1885.

Una falta inquietante de producciones operísticas en catalán

Aunque el impacto de sorpresa que causó esa primera representación parezca ahora poco probable, la realidad contemporánea revela un panorama desolador: la insuficiencia de óperas en catalán en las plataformas más importantes del territorio. En un contexto cultural caracterizado por un aumento de la creatividad y la innovación tanto en dramaturgas como en compositores, su escasez resulta alarming.

Una larga espera desde el último estreno

Desde la presentación de ‘Gaudí’ de Joan Guinjoan, que tuvo lugar en noviembre de 2004, no se ha vuelto a ver ninguna ópera cantada en lengua catalana en la temporada habitual del Liceu, a excepción del notable proyecto social e inclusivo La gata perdida’, del autor Arnau Tordera y la dramaturga Victoria Szpunberg, que se representó en 2022. Esto nos lleva a reflexionar sobre la responsabilidad compartida de los creadores; a pesar de su importancia, la continuidad en el mundo operístico es escasa.

El heritage del Teatro Lírico Catalán

Antes de la representación de ‘Lo desengany’, ya se habían realizado otras propuestas operísticas con libretos en catalán, con mayor o menor fortuna. Sin embargo, la máxima expresión de la ópera en catalán fue el Teatre Líric Català, que vivió una etapa dorada que abarcaba del modernismo al noucentisme. En esa era, los artistas se veían enfrentados a la falta de una tradición operística bien establecida, que limitaba tanto la creación musical como la formación de los intérpretes.

Importancia de la educación teatral

Por aquel entonces, ya se reconocía la necesidad de instruir a actores y cantantes en una manera singular de interpretar que no fuera sólo una imitación de modelos extranjeros. Xavier Albertí ha subrayado que esto es vital para que el público desarrolle habilidades críticas. No existe ópera sin una base de creadores, cantantes y músicos, pero tampoco sin un público formado y consciente.

La necesidad de alianzas creativas

Fomentar la colaboración entre dramaturgos y compositores es crucial para establecer alianzas creativas que tengan la capacidad de perdurar a lo largo del tiempo. La historia del Teatro Lírico es un ejemplo claro, con nombres como Enric Morera, Jaume Pahissa o Eduard Toldrà que trabajaron codo con codo con creadores como Santiago Rusiñol, Àngel Guimerà y Josep Carner, entre otros. Actualmente, la nueva generación de creadores, incluyendo nombres como Victoria Szpunberg, Lluïsa Cunillé y Marc Rosich, han tomado el relevo en ese camino.

El papel de las iniciativas independientes

Una iniciativa destacada como ‘Ópera de Bolsillo y Nueva Creación’ se ha convertido en un pilar fundamental de la escena operística en lengua catalana de los últimos años. Esta plataforma no sólo ha contribuido con producciones, sino que también ha promovido un ambiente que favorece el trabajo conjunto entre dramaturgos y músicos, aspecto esencial que fue clave para el éxito del Teatre Líric.

La importancia del diálogo teatral

Es crucial que la interacción entre músicos y dramaturgos se materialice en un entorno físico que fomente la creatividad. Visitar teatros y conciertos es fundamental para cantares y compositores para que puedan descubrir el universo dramático que mejor se adapte a su música. Del mismo modo, los dramaturgos necesitan ver y escuchar la música en vivo para entender cómo puede transformar sus obras.

Creatividad más allá de las adaptaciones

Para comunicarse con el público de forma profunda y eficaz, es esencial potenciar la creación de textos originales que inspiren nuevas partituras. Estas obras deben tocar temas que resuenen con la realidad actual, pero también deben tener una atemporalidad que asegure su relevancia en el tiempo.

Un camino en construcción

Pese a los múltiples obstáculos que se han presentado hasta ahora, es evidente que se está avanzando hacia una revitalización de la ópera en catalán. Cada paso cuenta, a pesar de las circunstancias intermitentes y las dificultades que se presentan, y es responsabilidad de todos contribuir a que el título de este artículo no sea sólo un comentario irónico, sino una afirmación sobre el futuro de la ópera en Cataluña.

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