Una popularidad con matices
La princesa Elionor y la infanta Sofia siempre han sido figuras queridas dentro del panorama monárquico. Para muchos, son las miembros más entrañables de la realeza en la actualidad. Sin embargo, no todos comparten esta opinión, y en el Club Náutico de Mallorca no encuentran el mismo afecto que en otros lugares. La frialdad entre las jóvenes y los socios de la institución es palpable en cada visita.
Un verano decisivo para Elionor
Este año es especialmente importante para Elionor, ya que al alcanzar la mayoría de edad, puede tomar decisiones propias por primera vez. Entre sus planes, expresó a sus padres la intención de viajar con sus amigos, algo a lo que los reyes han accedido con una condición: su presencia en Mallorca es ineludible. A partir del 27 de julio, Elionor debe estar en Marivent, aunque pueda gestionar el resto de su verano como prefiera.
El desinterés de Elionor por Mallorca
La princesa Elionor no disfruta de sus visitas a Palma de Mallorca. Las ve como obligaciones institucionales que debe cumplir a regañadientes. Paciéntemente soporta la agenda oficial que incluye posar en lugares emblemáticos de la isla para fomentar el turismo y acompañar a sus padres y a su abuela, la reina Sofía, en eventos públicos.
En particular, Elionor se siente incómoda en el Club Náutico, a pesar de la regular asistencia de su padre, el rey Felipe VI, y de su presencia ocasional allí. Siempre ha contado con el respaldo de su madre, la reina Letizia, en este aspecto.
Intereses diferentes y tradiciones rotas
Tanto Elionor como Sofia tienen gustos particulares como el fútbol y el voleibol, y disfrutan montando a caballo en la Zarzuela. Sin embargo, no comparten aficiones como la caza o la vela, que son los deportes preferidos por su abuelo y su padre. Mientras que el rey Felipe VI sigue participando activamente en regatas, sus hijas no han heredado esa pasión. Este desinterés se atribuye a la influencia de la reina Letizia, quien, según Vanitatis, ha decidido proteger la imagen pública de sus hijas limitando su exposición a ciertos eventos.
Repercusión en el Club Náutico
Esta desvinculación de la familia real con el Club Náutico ha generado descontento entre los miembros influyentes de la institución. Están convencidos de que la reina Letizia rompe una tradición familiar que ha perdurado por años. La vela, valorada por generaciones anteriores, ha perdido relevancia para Elionor y Sofia, gesto percibido como un desaire por parte del club.
