Un descubrimiento inesperado
En 2021, la historia de Calella dio un giro inesperado con la aparición de una antigua mansión romana que, en lugar de ser admirada, ha sido enterrada bajo un nuevo supermercado Aldi. Estas reliquias históricas se encuentran en una cueva inaccesible, en un espacio que solo se puede vislumbrar a través de un pequeño agujero en la rampa de acceso al supermercado.
La batalla por el patrimonio
Desde el sorprendente descubrimiento, la plataforma para la dignificación de la villa romana ha elevado su voz contra la negligencia de las autoridades locales y regionales hacia la preservación del patrimonio. El patrimonio, que una vez dominó el paisaje calelle, fue una explotación productiva del vino que había prosperado entre los siglos IV y I.
Un contexto histórico rico
Esta villa no solo era un hogar; Era un centro de vida de la actividad económica, con una fábrica de cerámica que refleja su importancia en el comercio de la época. Su esplendor fue eclipsado por las obras modernas que han modificado el paisaje urbano durante décadas.
Un acuerdo controvertido
La construcción de ALDI se facilitó mediante una modificación del Plan Municipal de Planificación Urbana (POUM), aprobada sin considerar adecuadamente las implicaciones del sitio. Los documentos revelan que el Ayuntamiento había sido informado sobre la compra de las tierras por Aldi, pero las consecuencias para el patrimonio permanecen incuestionables.
Compromisos incompletos
El acuerdo entre Aldi y el Consejo de la Ciudad incluyó la promesa de hacer que Roman los permanezca accesible durante las horas de apertura del supermercado. Sin embargo, la realización de esta cláusula se ha olvidado, con pocas opciones para que el público explore reliquias históricas.
Un tesoro cultural ignorado
La excavación que la villa descubrió era una época de euforia para los arqueólogos, que esperaban un hallazgo modesto y descubrieron una estructura sorprendentemente bien conservada. David García Rubert, un arqueólogo de la Universidad de Barcelona, enfatizó la importancia de estas paredes, que excede los dos metros de altura, en contraste con otros hallazgos más fragmentarios.
El riesgo de destrucción
A pesar de su importancia, las autoridades competentes han conmocionado la indiferencia hacia la conservación del sitio. La plataforma ha reportado violaciones de la Ley de Patrimonio, pero sus quejas no han tenido un impacto legal significativo.
Un futuro incierto
Con la inauguración de Aldi en 2023, el silencio ha rodeado los restos romanos. No ha habido publicaciones o planes científicos para su exposición pública, y las visitas grupales organizadas por el Ayuntamiento parecen insuficientes para la magnitud del patrimonio perdido. Joan Juhé, portavoz de la plataforma, lamenta la pérdida de una oportunidad única para posicionar a Calella como un importante centro cultural.
La necesidad de cambios
La situación actual plantea preguntas sobre cómo se maneja el patrimonio cultural. García Rubert advierte que la legislación actual permite la explotación del patrimonio arqueológico sin protección suficiente. Esto pone en peligro la riqueza cultural que debe conservarse para las generaciones futuras.