Un sueño anulado
Desde mi infancia, he oído hablar de la necesidad de construir la variante de Gandesa. Esta infraestructura fue diseñada para mejorar la fluidez del tráfico y evitar que los vehículos pesados crucen el núcleo de la aldea, una situación que afecta tanto la seguridad vial como la salud de sus habitantes debido a la contaminación y el ruido.
Un cuarto de siglo de esperanza y frustración
El 25 de marzo, marcará un momento simbólico: hace 25 años, el estudio informativo sobre tres variantes de la carretera N-420 se publicó en el BOE, incluida Gandesa. Este proyecto, que debería haber sido aprobado en ocho meses, pasó siete años en un laberinto burocrático antes de recibir luz verde.
Promesas incompletas y recursos perdidos
Durante la primera década de 2000, los presupuestos estatales generales preveía cantidades significativas para estas variantes, pero la mayoría no se ejecutó. Por ejemplo, en los presupuestos de 2009, se asignaron casi 3,2 millones de euros para la variante Gandesa, pero con el tiempo estos juegos disminuyeron hasta que desaparecieron.
La voz de los representantes locales
Miquel Aubà, el alcalde que siguió de cerca el desarrollo de la variante, fue uno de los primeros en denunciar la falta de acción de los gobiernos. Cuando llegó al Senado, registró iniciativas para conocer el estado del proyecto e intentó promover su construcción sin éxito.
Un camino lleno de obstáculos
Entre 2000 y 2017, los gobiernos españoles asignaron solo € 334,000 a la variante Gandesa. La situación se complicó aún más cuando se descubrió que las declaraciones de impacto ambiental habían expirado en enero de 2012 debido a la inacción del gobierno.
Una nueva esperanza
A principios de 2018, Aubà presentó una moción para actualizar las declaraciones, pero no fue aceptada. Sin embargo, después de un cambio en la presidencia, logró reunirse con el nuevo Secretario de Estado, quien prometió reiniciar el proceso.
Un proyecto olvidado en el tiempo
En enero de 2022, la diputada Norma Pujol enfatizó nuevamente el estado del proyecto, pero la respuesta del gobierno fue decepcionante: no había avanzado en absoluto, y el proyecto necesitaba una revisión completa para adaptarse a las regulaciones actuales.
Comparaciones que inconvenientes
Mientras que la variante de Gandesa continúa en un impasse, otros proyectos, como el AP-41 entre Madrid y Toledo, han avanzado a alta velocidad. En solo seis años, esta autopista se completó, mientras que las variantes catalán aún no se mueven.
Un llamado a la acción
Para que se escuchen sus voces, el Grupo Municipal Alternativa Gandesa ha solicitado que el consistorio haga una declaración institucional para conmemorar el 25 aniversario del estudio de información. La necesidad de hacer visible la frustración de la comunidad es más urgente que nunca.
Más que un proyecto, una lucha colectiva
Con la determinación de continuar la lucha por la variante de Gandesa, continuaremos trabajando con la misma tenacidad que sus proponentes se han demostrado a lo largo de los años. La comunidad merece una infraestructura que mejore su calidad de vida y nos libere del peso del tráfico que nos rodea.