Llegada de Letizia a Barcelona
La Reina Letizia ha llegado a Barcelona, una ciudad que históricamente ha despertado en ella sentimientos de desagrado debido a vivencias pasadas. Este destino ha sido elegido por la Casa Real para su último evento oficial del curso 2023-24. Este año ha sido notable para Letizia, ya que se revelaron detalles sobre un colega, Jaime del Burgo, lo que ha agregado un matiz complicado a sus apariciones públicas.
Un Ayuntamiento en Contra
En el marco de la actividad oficial, Letizia se enfrenta a un contexto político complejo. En la Plaza de Sant Jaume, el centro neurálgico de la política catalana, la alcaldía está dominada por los partidos Junts, ERC y los Comunes, quienes han decidido no recibirla. A pesar de este boicot institucional, Jaume Collboni, el alcalde de la ciudad, ha decidido participar, sin embargo, esto no ha evitado que se tomen decisiones controvertidas en relación a los símbolos presentados para la ocasión.
Simbolismos y Protocolo
Durante el acto de firma en la sede del Instituto Cervantes, Letizia ha optado por implementar estrictas normas de protocolo, que incluyeron la prohibición de banderas que no fueran las que ella misma había seleccionado. El alcalde, junto con el director del Instituto Cervantes, decidieron que solo se presentarían las banderas del instituto, la de la Unión Europea y la bandera nacional española, mientras que las banderas de Catalunya y de Barcelona quedaron fuera de la vista. Este gesto ha generado una fuerte controversia entre analistas y ciudadanos.
Reacciones en las Redes Sociales
No han faltado las reacciones de figuras públicas y analistas, como el historiador Toni Soler, quien ha expresado su desacuerdo a través de redes sociales, señalando la ausencia de la bandera catalana y de Barcelona con la Cruz de Sant Jordi. Este tipo de comentarios refleja un malestar creciente entre los ciudadanos catalanes, quienes sienten que su identidad cultural no es respetada en eventos de tal magnitud.
Un Comienzo de Visita Incierto
La visita oficial de Letizia a Barcelona comienza con un aire de controversia. Más allá de las cuestiones políticas, está el recuerdo de momentos complicados en su historia personal con la ciudad, lo que añade una capa de ironía a esta visita. Mientras la Reina simboliza la unidad de España y de la lengua castellana, su ausencia en términos simbólicos de Catalunya ha suscitado críticas y ha responsabilizado a la Casa Real de fomentar una atmósfera de tensión en lugar de reconciliación.
