Un viaje a la esencia del arte
En cualquier mañana, mientras los lectores más tempranos se basan en la lectura, cruzaré los cielos mediterráneos, con Atenas como su destino final. Con Heribert, mi amiga amiga y artista, hemos llegado a la conclusión de que la Sagrada Familia puede verse como una reinterpretación del Partenón, y me he embarcado en una aventura diversa y fascinante para explorar esta primera idea de la persona.
Reflexiones sobre Joaquim Mir y su búsqueda de luz
Heribert me ha compartido que Joaquim Mir, un pintor con una ferviente pasión por Grecia, encontró su verdadera inspiración en Mallorca. Un marinero de las Piras, que conocía bien los secretos del arte, sugirió que no miraría más allá de la isla balear, ya que descubriría la luz que quería tanto.
Mallorca como fuente de inspiración
Hace cien años, viajar era un desafío y Mir descubrió en Mallorca la luz que necesitaba para su trabajo. Si bien Heribert enfatiza que Mir produjo obras excepcionales en Montserrat, cree que solo tuvo éxito después de haber asimilado la riqueza luminosa de la costa de Mallorcan. Montserrat, con su majestad, no puede competir con la vibración y la transparencia ofrecida por Mallorca.
Cataluña: un ecosistema artístico limitado
Sin la conexión con Mallorca, Cataluña se percibe como un territorio que no puede rivalizar con la grandeza de Atenas. Su vida cultural, a menudo marcada por el provincialismo, no puede superar las limitaciones impuestas por su propia historia. Heribert insiste en que la luz y el paisaje de Mallorca son esenciales para la sensibilidad artística modernista.
La influencia de Gaudí
Según Lluís Racionero, el arquitecto Antoni Gaudí experimentó intensamente las excursiones en la isla, al igual que Mir, que terminó perdiendo en un barranco. Para muchos, esta conexión puede parecer extraña, pero para mí, un Barceloniano, está claro que sin Mallorca, Cataluña está desconectada de la esencia artística que busca.
La búsqueda de la verdad en tiempos de confusión
Con nuestras vidas, desmoronamiento y la incertidumbre que nos rodea, la idea de viajar a Grecia se vuelve cada vez más atractiva. Heribert me ha dicho que la luz de Atenas es tan pura que los antiguos griegos tuvieron que diseñar las columnas del Partenón con una ligera curvatura para engañar al ojo humano y hacer que se vean perfectas.
Un reflejo sobre el presente
En Cataluña, las deformaciones que nos afectan no son de la luz, sino de los fantasmas del pasado y los experimentos sociales de los últimos años. Hemos perdido nuestra perspectiva y estamos en un momento crítico. Después de octubre de 2017, cuando nuestra capacidad para decidir nuestro futuro se comprometió, ahora nos enfrentamos al desafío de recuperar nuestra inteligencia colectiva.
El impacto del viaje en la transformación personal
Grecia representa una oportunidad para distanciarse de una realidad que se ha confundido. En el pasado, escritores como Henry Miller encontraron en estas tierras un refugio frente a la obsesión y la miseria de Europa. Tal vez, mientras los lectores se sientan a leer estas líneas, estaré a bordo de un avión que relega las experiencias de Miller con Giorgos Katsymbalis, reflexionando sobre la verdad que proporcionó Grecia.
El mundo puede ser un lugar difícil de cambiar, pero siempre hay formas nuevas y creativas de percibirlo y explicarlo. El viaje a Grecia no es solo una escapada física, sino también un camino hacia una nueva comprensión de la vida.