Una figura influyente en la vida de Felipe IV
El día 1665, hace 359 años, murió María Coronel y Arana, conocida como María de Jesús de Ágreda, abadesa del convento de las Madres Concepcionistas de Ágreda. Durante más de dos décadas, María Jesús de Ágreda fue una consejera privilegiada del rey Felipe IV de España. Su influencia fue tal que tuvo un papel clave en varias decisiones importantes del monarca.
Una estrecha relación con Felipe IV
Durante los 22 años de relación entre María Jesús de Ágreda y Felipe IV, se intercambiaron más de 600 cartas. Esta correspondencia abordó temas como la Guerra de Separación de Cataluña, la Paz de los Pirineos y los cambios en el gobierno del país. María Jesús de Ágreda ejerció una influencia significativa sobre el rey, incluso convenciéndole de contraer un segundo matrimonio con María Ana de Austria tras la muerte de su primera esposa, Isabel de Francia.
Un papel en la política y los asuntos del estado
La influencia de María Jesús de Ágreda fue más allá de las cuestiones personales del rey. Tuvo una postura contraria a encontrar una salida negociada en el conflicto catalán y defendió el incremento de la presión militar sobre Cataluña. Esta posición contribuyó a alargar la guerra durante otros seis años, causando daños importantes a la economía ya la población catalana. Sin embargo, algunos historiadores modernos consideran que María Jesús de Ágreda fue un personaje tóxico que alimentó la leyenda negra de la monarquía española.
Un legado controvertido
La figura de María Jesús de Ágreda sigue siendo objeto de debate e interpretación. Algunas personas la consideran una mujer influyente y poderosa, mientras que otras la ven como una figura controvertida que contribuyó a la destrucción de Catalunya. Sea como fuere, su relación con el rey Felipe IV y su papel en los asuntos del estado la convierten en una figura destacada de la historia española.