Protestas pesqueras: la lucha por la supervivencia del sector en Cataluña

Una huelga que resuena en las aguas catalanas

Los pescadores de Tarragona y Catalunya se han movilizado este lunes y martes para expresar su rechazo a las drásticas medidas propuestas por la Comisión Europea, que podrían reducir su actividad pesquera en un 80% en los próximos años. Esta decisión, que incluye un límite de sólo 28 días de arrastre al año, ha desatado una ola de descontento entre los profesionales del sector.

Demandes clares davant la CE

Con la intención de hacer oír su voz, los pescadores se han unido a cofradías de todo el Estado español para presionar en las negociaciones con la Comisión Europea. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, también está involucrado en estas discusiones, que buscan un cambio en las medidas que acechan la viabilidad del sector.

Impacto de las restricciones

Las cofradías han alertado de que la venta de pescado ya ha caído un 12,5% en los primeros meses de 2024. Los pescadores advierten que estos recortes no sólo afectarán a su capacidad de trabajo, sino que también impactarán negativamente en la economía local y en la cadena de suministro.

Compromiso con la sostenibilidad

Ante las críticas, los pescadores señalaron que ya han implementado diversas medidas voluntarias para garantizar una pesca responsable. Esto incluye la limitación de jornadas de pesca a menos de doce horas y la instauración de vedas biológicas que permitan la regeneración de las especias.

La reducción de la flota y sus consecuencias

La flota de arrastre ha disminuido un 50% en los últimos años en Cataluña, algo que refleja la crisis que vive el sector. La pérdida de embarcaciones no es sólo una cuestión numérica, sino que representa la desintegración de un modelo de vida y trabajo que ha sido fundamental en muchas comunidades.

Crítiques a la normativa europea

Eusebi Rosales, presidente de la Cofradía de Pescadores de la Rápita, ha expresado que las nuevas regulaciones son inviable para el sector. Asimismo, ha subrayado que ninguna empresa puede funcionar con tan sólo 28 días de actividad anual, destacando la desconexión entre las normativas europeas y la realidad de los pescadores mediterráneos.

La necesidad de una revisión del plan pesquero

Antoni España, director general de Política Marítima, ha coincidido con las demandas de las cofradías, proponiendo una moratoria para reevaluar las metodologías utilizadas en la determinación de los recursos pesqueros. Esto incluye la necesidad de un enfoque más equilibrado que tenga en cuenta tanto la sostenibilidad ambiental como la importancia socioeconómica del sector.

El futur de la pesca a Catalunya

La Generalitat y los representantes del sector pesquero subrayaron que la flota de arrastre ha perdido casi la mitad de sus embarcaciones durante las dos últimas décadas, y que actualmente unas 200 embarcaciones son las que dominan el mercado. Paradójicamente, mientras el sector lucha por su supervivencia, las iniciativas de promoción del consumo de pescado fresco siguen resaltando la importancia de una actividad pesquera viva y dinámica.

Con un futuro incierto, los pescadores catalanes se mantienen firmes en su lucha por su modo de vida, esperando a que sus voces sean escuchadas y que se tomen medidas que garanticen su existencia en el mar Mediterráneo.

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