Una figura emblemática de la comunidad teresiana
La religiosa María Victoria Molins dejaron este mundo a la edad de 88 años la noche del 20 de febrero, rodeada por su comunidad en casa. Su partida, causada por una crisis cardíaca, ha dejado una brecha profunda entre los que la conocieron. El rector de Santa Anna, Mossèn Peio Sánchez, declaró que «su corazón, que siempre dio tanto, ahora ha dejado de latir», enfatizando su inmensa generosidad.
Ceremonias para honrar su memoria
La comunidad se ha movilizado para decirle adiós con una noche que tendrá lugar el jueves 20 a las 16 h en la funeraria Les Corts. Al día siguiente, a las 12 del mediodía, se llevará a cabo una misa fúnebre oficiada por el mismo padre Sánchez. Además, el lunes 24, la parroquia de Santa Anna organizará una ceremonia de despedida a las 7pm, donde se recordarán sus contribuciones y su legado.
Un legado de amor y dedicación
Maria Victoria Molins, conocida como Wiki, se formó bajo la influencia de su maestra hermana Genova Masip, y se consideró una «monja callejera». Pasó veinte años escribiendo una columna en Christian Cataluña, donde compartió reflexiones sobre la vida y la fe, y recientemente continuó contribuyendo a la sección de la iglesia fuera de la partida.
Iniciativas solidarias
En 2017, Viqui fue uno de los fundadores del «Hospital de la Campaña de Santa Anna», un proyecto dedicado a satisfacer las necesidades de los más desfavorecidos. Este esfuerzo ha sido reconocido con la creación de la Fundación Viqui Molins, que busca mantener vivo su compromiso social.
Un viaje inspirador de la vida
Nacido el 28 de marzo de 1936 en Barcelona, Viqui Molins vivió una vida marcada por el aprendizaje y la dedicación. Educada en la universidad de Teresian, se unió a la compañía de Santa Teresa de Jesús a la edad de 19 años. Su carrera incluyó la dirección de Ediciones STJ y la escritura de más de 60 libros que abordan temas educativos y sociales.
Compromiso con el más necesitado
A partir de 1985, tuvo un llamado intenso para trabajar con los más pobres, especialmente después de sus experiencias en América Latina y África. Hizo su nuevo hogar desde el distrito de Raval, donde elogió completamente a los marginados después de su retiro.
Reconocimientos e impacto
Su dedicación no pasó desapercibida. En 2015, fue invirtida por el doctor Honoris Causa de la Universidad Ramon Llull, y en el mismo año recibió el Creu de Sant Jordi, uno de los más altos honores otorgados por el Generalitat de Catalunya. Además, ella era un pueblo del festival Raval, reafirmando su vínculo con la comunidad.
Su legado perdura
A pesar de los desafíos que enfrentó, la pasión de Maria Victoria Molins para servir a los demás es un ejemplo a seguir. Sus acciones y su dedicación han dejado una marca indeleble en la sociedad, y su legado continuará a través de la Fundación Viqui Molins y los proyectos que comenzó.
En un mundo que a menudo olvidó lo más vulnerable, la vida de Viqui Molins nos recuerda la importancia de la compasión y la acción. Su ejemplo nos inspira a continuar trabajando para un futuro mejor para todos.