Una mañana de música y nostalgia
Hace dos semanas, tuve la oportunidad de visitar el Museo de la Música un domingo y un domingo lluvioso, un reflejo de mi estado de ánimo. El día parecía amenazar con tormentas, y el museo, con su colección de instrumentos antiguos, me fascinó como siempre. Esas reliquias musicales, protegidas en vitrinas de vidrio, brillaban con belleza inconmensurable, capturando mi atención de inmediato.
Un concierto que transformó mi percepción
No fue la primera vez que el museo ha estado pisando, pero la razón de esa visita fue muy especial: asistir a un concierto de canto gregoriano. Mi conocimiento de este género musical era limitado, a pesar de los años de estudio. Sin embargo, me sentí atraído por la promesa de una experiencia única, que abre la puerta a una tradición musical que no conocía casi por completo.
El arte de las voces femeninas
El coro femenino Schola Cantorum Cantus fugiens de Barcelona, en colaboración con la beca Barcelona CREA 2024/25, ofreció un repertorio dedicado a la música de los monasterios femeninos. Esta actuación fue más que un concierto simple; Fue una exploración sólida que reclamó el legado de las mujeres en la música, un tema que resuena con el trabajo de Mar Medinyà en su libro ‘Murries’, que desafía la narrativa tradicional de la historia musical.
Una caleidoscopio femenina
Dirigida por Chiara Mazzoletti, la propuesta artística del concierto, llamada ‘Calidoscopium muliebris mediaevalis’, buscó resaltar a la femenina sagrada, revitalizando un repertorio que, a pesar de ser anónimo, jugó un papel crucial en el paisaje sólido de esos tiempos. La primera parte del concierto incluyó cantos masivos tradicionales como Kyrie y Alleluys, entre otros.
Pieza clave: Hildegard von Bingen
Una de las estrellas de la noche fue la antifón ‘Caritas abundante’ de Hildegard von Bingen, una figura icónica en la historia de la música medieval. Su trabajo, rico en espiritualidad y profundidad, resonó a través de las paredes del museo, transportándonos a una época en la que las voces femeninas eran tan importantes como las masculinas.
Reviviendo la Tradició Musical
La segunda parte del concierto incluyó el ‘Mass Pro Mulieribus Pregnantibus’, una masa dedicada a las mujeres embarazadas. La singularidad de esta masa se encuentra en la que incluyó el manuscrito musical más antiguo conocido que se conserva en Barcelona. La joven solista Giulia Ferraldeschi, con su formación en el canto gregoriano, brilló en la Aleluya, proporcionando una nueva dimensión a la interpretación.
Un viaje musical a través del tiempo
Finalmente, el concierto concluyó con una selección de antifonos, incluidos ‘Alma Redemptoris Mater’ y ‘Salve Regina’. Estas piezas, que representan el corazón de la liturgia religiosa, demostraron la riqueza y la diversidad de la música sagrada femenina. La participación activa de los cantantes, con solos e instrumentos, creó una atmósfera vibrante que resurgió la esencia de la música comunitaria.
Una experiencia inolvidable
Asistir a este concierto fue una experiencia reveladora. Gregorian Singing, con su belleza única, me ofreció una nueva perspectiva sobre la música y su historia. Recomiendo a cualquiera que tenga la oportunidad de vivir un concierto de canto gregoriano, especialmente uno que reclama voces femeninas. Sin duda transformará su comprensión de nuestros orígenes musicales.