Reflexiones de un actor colgado entre la comedia y la muerte

Un Monólogo Clave con Un Giro Inesperado

En el universo de Shakespeare, pocos textos son tan icónicos como el monólogo «Ser o no ser» de Hamlet. Todo actor en formación ha enfrentado alguna vez a la necesidad de dominar estas palabras emblemáticas, haciendo de este fragmento una verdadera piedra de toque en su trayectoria. Pero cuando Guillem Albà decide acercarse a este clásico, su enfoque promete ser todo menos convencional.

La Caída y el Diálogo Con el Absurdo

El momento en el que Albà cae de su pedestal de metacrilato marca el inicio de una exploración que va más allá del simple homenaje al personaje shakespeariano. Aquí, su relación con la Muerte, representada con un humor absurdo por Aitana Giralt, se adentra en cuestiones profundas y filosóficas: ¿por qué elegir ser actor? Esta interacción entre el artista y la Muerte no sólo busca hacer reír, sino que provoca una reflexión sincera sobre la propia vida y elecciones de Albà.

Una Comedia ácida sobre el Oficio de Actor

La narrativa que surge no es meramente una crónica del arte del clown, sino un análisis de los anhelos de cambio de Albà, entrelazado con una crítica aguda y desenfadada en el mundo del espectáculo. La Muerte abre la escena fumando y degustando sushi, convirtiéndose en un personaje que desafía las expectativas sobre lo que significa afrontar lo absurdo de la existencia.

Reflexiones Sobre la Zona de Confort

A medida que avanza la obra, se hace evidente la lucha interna de Albà por romper con su zona de confort. Sin embargo, la innovación que busca quizá no sea tan radical como parecía inicialmente. Su fuerza reside en la capacidad de equilibrar texto, gesto y silencio, con un enfoque al centramiento en la risa y la emoción más que en la ruptura.

Memorias de un Mentor y Unos Consejos Vitales

Un momento impactante de la obra es la aparición de Jango Edwards, mentor de Albà, que aporta un toque emotivo en el escenario con su presencia fantasmagórica. Esta intervención contrastada con voces que le advierten sobre las exigencias de su profesión ofrece un retrato complejo de las presiones que rodean al mundo del espectáculo.

Una Hora de Comedia con Reflexiones Profundas

Con una duración de una hora, la obra escoge el humor como vehículo principal, pero deja una sensación de incompleción. Albà, bien acompañado por la dinámica Aitana Giralt, ofrece una actuación sólida; pero la necesidad de ser más incisivo en su crítica personal sobre la precariedad de su oficio parece ser un camino poco explorado.

Un futuro de posibles no conformidades

La comparación con el brillante Amlet de Jordi Oriol es inevitable. Si Albà se permitiera un diálogo más abierto con el texto original, quizás podría descubrir un humor más desgarrador, resucitando la vitalidad de su legado cómics con una mirada nueva. Ese salto vital podría ser la clave para su próxima etapa como artista.

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