Una nueva era para la legislación audiovisual
La inminente aprobación de una nueva ley catalana en materia audiovisual representa una oportunidad única para renovar el marco legal existente, que tiene ya casi dos décadas. Esta legislación debe ser un catalizador para posicionar a Cataluña como referente en la regulación de la inteligencia artificial, especialmente en la protección de la propiedad intelectual ante las técnicas generativas de IA.
El modelo europeo y su aplicación local
En la Unión Europea, la AI Act proporciona un marco normativo que prioriza la transparencia en el uso de datos para la creación de contenido por parte de la inteligencia artificial. Cataluña debe sacar partido de sus competencias para asegurar una normativa que beneficie a los creadores y las empresas del sector audiovisual, garantizando así una protección robusta de sus derechos.
Referentes internacionales
Mientras Europa avanza, otras regiones como Canadá trabajan activamente en la defensa de los derechos de propiedad intelectual, con la participación activa de grupos que representan a las industrias culturales locales. Este modelo puede servir de ejemplo para Cataluña, donde es urgente desarrollar un sistema de gestión colectiva de los derechos que beneficie a los creadores locales.
La importancia del artículo 155 del Estatuto
Uno de los grandes desafíos que enfrenta la nueva legislación es la aplicación efectiva del artículo 155 del Estatut, que otorga a la Generalidad competencias en materia de propiedad intelectual. Es esencial que se desarrolle un sistema que permita la protección de los derechos de los creadores, así como la creación de entidades que gestionen estos derechos de forma colectiva.
Desafíos en el escenario estatal
Recientemente, la CNMC ha tomado decisiones que cuestionan la unidad del catalán, con dos acuerdos que limitan la promoción de contenidos en esta lengua. Esta situación es preocupante, puesto que las restricciones impuestas podrían resultar en una disminución significativa de la financiación para producciones en catalán, comprometiendo así la viabilidad del sector audiovisual en Cataluña.
Implicaciones para el futuro del catalán
El efecto de estas decisiones es especialmente lesivo, puesto que se considera el catalán y el valenciano como lenguas separadas, una visión que no sólo es inaceptable, sino que también amenaza la cohesión de nuestro patrimonio lingüístico. Es necesaria una respuesta firme por parte de las autoridades catalanas para contrarrestar estas tendencias.
¿Qué puede hacer el CAC?
El Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) debe jugar un papel más proactivo en la defensa del catalán en el sector audiovisual. Hasta ahora, su acción parece haber sido limitada, y es hora de que se implementen estrategias efectivas para proteger los intereses de la lengua y la cultura catalanas en un contexto cada vez más desafiante.
La urgencia de una acción coordinada y decidida es evidente. La legislación audiovisual debe ser un instrumento de cambio que asegure la viabilidad y crecimiento del sector cultural en Cataluña, con un enfoque en la protección y promoción de nuestra lengua e identidad.