Reimagining Community Life: un nuevo enfoque

Una escena conmovedora se desarrolla en un jardín comunitario iluminado por el sol, donde un grupo diverso de individuos, incluidos personas mayores y niños pequeños, se dedican a diversas actividades que simbolizan 'inclusión' y 'comunidad'. En primer plano, una anciana con cabello plateado, con un 'vestido floral' vibrante, está atendiendo a un parche de 'flores' coloridas, sus manos cavando suavemente en el suelo. Cerca, un niño con una brillante 'gorra roja' está regando las plantas, su rostro iluminado de alegría. En el fondo, un grupo de adultos está sentado en una mesa rústica de madera, compartiendo una comida de 'frutas frescas' y 'pan casero', su risa resonaba en el aire. El jardín está rodeado por una cerca baja de madera, y más allá, se puede ver un pequeño 'centro comunitario', sus paredes adornadas con 'obras de arte' creadas por residentes locales. El cielo es un azul claro, salpicado de nubes blancas esponjosas, simbolizando la esperanza y un futuro más brillante. La atmósfera general es de ca

Una realidad que necesita cambio

Actualmente en Europa, hay más de 1,4 millones de personas que viven en instituciones. España, en particular, tiene una cifra alarmante de casi 392,000 personas en esta situación. Una mayoría preocupante, ocho de cada diez ciudadanos, cree que estas personas están excluidas de la sociedad y que es urgente implementar medidas de inclusión.

Historia y evolución de la desintitucionalización

El concepto de desinstitucionalización no es nuevo; Sus raíces se remontan a la Segunda Guerra Mundial, con un enfoque inicial de la discapacidad intelectual y el cuidado infantil. Más tarde, las críticas a los asilos llevaron a la comprensión de que estas instituciones, en su naturaleza, son fundamentalmente coercitivas. Michel Foucault lo expresó de esta manera: «la disciplina crea cuerpos dóciles», y esto se traduce en un control exhaustivo sobre la vida cotidiana de las personas.

El Control de la Vida Quotidiana

Un momento para reflexionar: ¿Quién decide nuestras rutinas diarias? Desde la ropa hasta las horas de alimentación, las instituciones a menudo toman estas decisiones, privando a las personas de su autonomía y enraizamiento en el hogar.

Un futuro envidiado: necesitamos un nuevo modelo

Con una población cada vez más envejecida, el modelo actual de apoyo residencial es pequeño para satisfacer las necesidades futuras. La idea tradicional de cuidar el aislamiento no es sostenible. ¿Quién le gustaría considerar su casa como un espacio de confinamiento?

Un marco estratégico para el cambio

Hace un año y medio, el Ministerio de Derechos Sociales y la Agenda 2030 propuso un «marco estratégico de desinstitucionalización», centrándose en cinco ejes fundamentales: la prevención, la transformación de los servicios, la creación de entornos comunitarios, el empoderamiento de los individuos y la promoción de un contexto favorable. Esta iniciativa busca implementar el derecho a una vida decente e independiente, como se refleja en la Carta Europea de los Derechos Fundamentales.

Un desafío colectivo

Algunos pueden argumentar que la sociedad no está lista para este cambio y que el capitalismo individualista no permitirá una transformación significativa. Sin embargo, el caso de Bélgica, que en 1988 prohibió la inversión en residencias, muestra que es posible: solo el 3.5% de su población actualmente institucionalizada.

Construyendo un futuro inclusivo

Para lograr esta metamorfosis, es esencial una voluntad política determinada y un replanteamiento de cómo nos cuidamos unos a otros. La desinstitucionalización no significa simplemente una responsabilidad mudosa a las familias, sino para garantizar la existencia de servicios que respetan la individualidad y la comunidad.

Soñar con un futuro donde España puede rechazar instituciones coercitivas y fomentar entornos inclusivos es un objetivo alcanzable. Solo tenemos que comenzar a trabajar en esta dirección, con la mirada en una sociedad más humana y solidaria.

Related posts

Un paisaje sereno que representa el majestuoso 'Pirineus', con imponentes 'montañas' cubiertas de exuberantes 'bosques' verdes bajo un cielo azul claro. En primer plano, una corriente suave fluye sobre 'piedras' suaves, que refleja la luz del sol y rodeada de flores silvestres vibrantes en varios colores, como 'amarillo', 'púrpura' y 'blanco'. Un pequeño cartel de madera dice 'Valls d’ àneu', que indica la belleza natural de la zona. En el fondo, los picos escarpados de las 'montañas' se elevan bruscamente, su parte superior espolvoreada con 'nieve', mientras que algunas nubes blancas esponjosas se desvanecen perezosamente. A un lado, una revista abierta titulada 'àrnica' se encuentra en una gran roca, mostrando impresionantes imágenes de vida silvestre y plantas locales, insinuando el rico contenido naturalista que ofrece la revista. La escena captura la esencia de la conexión entre 'naturaleza' y 'cultura', invitando a los espectadores a explorar y apreciar las maravillas del paisaje pirino.

Arnica: un viaje natural y cultural para los Pirineos

Una escena 'académica' que representa Lluís Coromina Verdaguer, un 'médico' en 'Historia contemporánea', sentada en un 'escritorio de madera' abarrotado de 'libros' y 'artículos' relacionados con su investigación sobre Laureà Dalmau I Pla. El escritorio está iluminado por una 'lámpara de escritorio vintage', lanzando un brillo cálido sobre un 'cuaderno' lleno de notas escritas a mano y bocetos de la vida de Dalmau. En el fondo, una 'estantería' está llena de 'textos históricos' y 'obras literarias' en 'catalán', que refleja las contribuciones de Dalmau a la 'medicina' y la 'literatura'. Una 'fotografía enmarcada' de Dalmau cuelga en la pared, mostrándolo en un 'traje formal', exudando un sentido de 'gravedad intelectual'. La atmósfera es una de 'dedicación' y 'beca', con una 'ventana' que permite que se filtre la 'luz natural' suave, simbolizando la 'iluminación' que proviene de la 'investigación histórica'.

Laureà Dalmau: un médico y político en Girona en la investigación histórica

Una escena vibrante se desarrolla en el vecindario de 'Vallcarca', Barcelona, ​​donde una multitud diversa se reúne para la manifestación alternativa 'Día de mayo'. La atmósfera está acusada de energía a medida que los participantes tienen pancartas y pancartas coloridos, mostrando prominentemente el eslogan Conta la Guerra I El Capital: D’Aquí I de Fora, Som la Mateixa Classe Treballadora '. La multitud es una mezcla de individuos de diversos orígenes, unidos en su lucha contra el aumento de los 'precios de alquiler' y el costo de vida, que destacan como factores clave que contribuyen a la pobreza severa que afecta a '700,000 catalanes'. El telón de fondo presenta la arquitectura distintiva de Vallcarca, con sus calles estrechas y espíritu comunitario, simbolizando años de 'lucha del vecindario' para el acceso a la vivienda. Los manifestantes están vestidos con una variedad de ropa, algunas con insignias sindicales de 'Solidaritat Obrera', 'Cos', 'CGT Catalunya', 'IAc', 'CNT Catalunya-Balears' y 'Cobas', que

Vallcarca, el nuevo epicentro de la lucha laboral