Llegada al Ateneo: un desafío cultural
La primavera de 2017 fue el momento en que cruzé las puertas de los Ateneneu Barcelonès, fascinado por el debate que giraba en torno a las elecciones para la Junta Directiva. Hasta ese momento, había asistido a las conversaciones de la institución, buscando un estímulo que parecía escapar de la facultad de filosofía y cartas de la UAB. Solo cuando me convertí en miembro, percibí la grandeza de una institución que ha sido un pilar cultural en Cataluña durante décadas.
La necesidad de cambio: un despertar colectivo
En ese momento, el proyecto de Orden y Adventure, dirigido por Bernat Dedéu, hizo una pregunta inquietante: ¿Cómo era posible que un lugar que había acogido figuras ilustres en la literatura catalana, como Sagarra y Rodorada, parecía tan desagradable con las preocupaciones de los jóvenes hoy? La institución, que había sido un faro de ideas, parecía haber perdido su esencia.
Una elección transformadora: un nuevo liderazgo
Octubre de 2017 marcó un punto de inflexión. Fui elegido para dirigir la sección de filosofía durante tres años. Durante este período, logré organizar 55 conferencias, aumentando el número de asistentes de 400 a 3.000. Traje expertos internacionales, innovados en los formatos de eventos y creé la sección de redes sociales, atrayendo a un público más joven que nunca.
El desafío de la pandemia: adaptarse o morir
La pandemia fue un duro golpe para el Ateneo, que perdió a más de mil miembros y enfrentó una severa crisis económica. La falta de cara a cara afectó la socialización que caracterizó a la institución. Sin embargo, una candidatura unida, dirigida por Isona Passola, dio un paso adelante para revitalizar el Ateneo, y me invitaron a participar en este proyecto.
Rejuvenecer el Ateneo: una nueva era
Con la adición de tres jóvenes a la junta directiva, comenzamos un camino hacia la renovación. Nuestra prioridad era revitalizar la economía y hacer que el Ateneo sea atractivo para los jóvenes. Por lo tanto, lanzamos una exitosa campaña para atraer miembros en torno a Sant Jordi, lo que resultó en 240 nuevos miembros, más de la mitad de los cuales tenían menos de 25 años.
La importancia de la participación juvenil
Con el objetivo de garantizar una participación activa de los jóvenes, trajimos a la vida nuevas secciones y reuniones sociales, con la creación de Continental Cafe a principios de 2023. Esta iniciativa ha permitido que más de 2.000 jóvenes participen en discusiones sobre temas como el lenguaje, la educación y la cultura.
Un futuro prometedor: alivio generacional
El alivio generacional se ha consolidado, con jóvenes como Andrea Pereira y Pol Vouillamoz, secciones principales de teatro, artes visuales y otros campos. Gracias a esta nueva energía, se han llevado a cabo actividades innovadoras y educativas, como el festival de la nube y los ciclos de diálogos sobre filosofía, política y economía.
El desafío del futuro: transformar o estancarse
Con más de 400 miembros jóvenes, la pregunta ahora es: ¿cómo podemos asegurar que este cambio sea sostenible? ¿Deberíamos seguir trabajando para hacer del Ateneo un verdadero centro cultural intergeneracional o arriesgarnos a regresar a un modelo obsoleto? La siguiente elección no es solo una cuestión de promesas, sino de realidades tangibles.
Un compromiso con el futuro
El 20 de marzo, los miembros del Ateneo enfrentan una decisión crucial. Nuestro compromiso es claro: queremos un Ateneo dinámico, creativo y accesible, y es por eso que votaremos la Ateneneu Batega, con el objetivo de continuar esta transformación necesaria.