Inundaciones y nostalgia del pasado
Recientemente, las devastadoras inundaciones en el País Valenciano han coincidido con el 30 aniversario de las lluvias que asolaron las cuencas del Congost y del Tenes. Esta efeméride ha pasado desapercibida, pero debería servir como recordatorio de la urgente necesidad de priorizar la gestión de los espacios fluviales y el riesgo hidrológico en el debate social y las políticas públicas.
Un Escenario de Riesgo Creciente
Después de décadas de inactividad, el peligro de vivir un episodio de DANA con devastadoras consecuencias sobre la vida y los bienes es más inminente que nunca. El impacto del cambio climático sobre el Mediterráneo, junto con la urbanización descontrolada de la cuenca del Besòs, ha creado un contexto preocupante. La ciencia apunta a que cada aumento del 1% en superficie urbanizada provoca un incremento del 3,5% en la severidad de las inundaciones.
Decisiones Políticas y Sus Consecuencias
El estanque del Congost ejemplifica perfectamente esta problemática. Un estudio detallado de los últimos 30 años revela que muchas actuaciones, aunque aparentemente menores, acumuladas han aumentado significativamente el peligro de daños en caso de inundación. En Centelles y Aiguafreda, por ejemplo, la urbanización masiva ha tenido lugar sin medidas compensatorias como balsas de laminación o la restauración de espacios fluviales.
Casos Concretos y Preocupantes
En Sant Martí de Centelles, se optó por construir un gran complejo de viviendas en una zona con alto riesgo de inundaciones. En Tagamanent, las obras de construcción han ocupado zonas ribereñas, destruyendo la vegetación natural. La Garriga, por su parte, vio cómo un enorme polígono se construía sin tener en cuenta el impacto ambiental al margen del Congost.
Un Futuro Sin Visión
Entre la Garriga y Les Franqueses, se exhiben millones de metros cuadrados de terrenos públicos que podrían servir para un gran proyecto de infraestructura verde. Aunque algunos de estos espacios están protegidos en la Red Natura 2000 de la UE, las autoridades parecen ignorar su potencial ecológico y de gestión de inundaciones.
Excepciones Positivas
Sin embargo, existen ejemplos de iniciativas positivas, como las acciones realizadas en Granollers. Con un río canalizado y limitaciones significativas, se han implementado diversas medidas para restaurar el lecho del río, culminando con un gran proyecto financiado por los fondos Next Generation que busca mejorar la infiltración de agua pluvial en zonas urbanas.
La necesidad de un enfoque integral
Es esencial superar los límites municipales y los intereses políticos a la hora de gestionar el riesgo de inundaciones. Un proyecto integral de cuenca, liderado por el Consorci Besòs-Tordera y la Agencia Catalana del Agua, es urgente. Es necesario ampliar ríos y zonas inundables siempre que sea posible, ya que recuperar cada metro cuadrado de espacio fluvial es crucial para reducir los daños futuros.
Tras los eventos recientes en Valencia, es innegable que el tiempo de actuar ha llegado. El conocimiento y las experiencias acumuladas deben impulsarnos hacia un futuro más seguro y sostenible.