Un descubrimiento inesperado
Hace casi diez años, un viaje a una librería de segunda mano cambió la vida del poeta Oriol Sauleda. Entre las páginas polvorientas, descubrió ‘The Playground Bell’, un poema desconocido que firmaba a Adam Johnson, un joven poeta que perdió la vida debido al SIDA a la edad de 28 años. El hallazgo abrió una puerta a una generación perdida, marcada por la tragedia y la angustia de la mortalidad.
El eco de las vidas olvidadas
Sauleda reflexionó sobre el legado de Johnson, viéndolo como un reflejo de las aspiraciones y los sueños de los jóvenes que vieron brutalmente su existencia acortada. «Los eventos colectivos, como pandemias y guerras, dejan una impronta profunda», dice Sauleda. «Muchas de estas muertes fueron olvidadas, y el SIDA, en particular, era una pandemia que fue estigmatizada y silenciada».
Una voz que inspira
A través de los versos de Johnson, Sauleda encontró un ‘alma amiga’ que lo ha guiado durante los años. «Sus poemas emanaron una fuerza vital que resonó con mi propia experiencia de vida y muerte», confiesa. «Me di cuenta de que cada momento cuenta, y que tienes que vivir plenamente, sin miedo».
Un homenaje al arte y la vida
Con el objetivo de rendir homenaje a Johnson, Sauleda presentará ‘Adamar Johnson’, un espectáculo que tendrá lugar el 24 de abril en el Palau de la Música Catalana. Junto con los artistas Marcel·lí Bayer y Lulú Martorell, Sauleda explora la improvisación como una herramienta para traducir los poemas de Johnson en el escenario, creando un diálogo inmediato con la audiencia.
Improvisación y tradición poética
El uso de la improvisación permite a los artistas conectarse con el misterio de la creación, un aspecto que Sauleda considera esencial. «Traduciremos los textos en tiempo real, aceptando las imperfecciones que esto implica, porque así es como realmente vives», dice.
El mensaje de ‘The Playground Bell’
El título del poema de Johnson simboliza la inevitabilidad de la muerte, que se presenta como una campana que suena en los momentos más inesperados. Johnson pregunta sobre el precio de su vida, escribiendo desde una perspectiva de pérdida y esperanza. Sauleda enfatiza que, a pesar del contexto trágico, hay un mensaje de optimismo en sus palabras: «Cada página nos anima a expresarnos, a vivir intensamente».
Creación en tiempos de tristeza
Muchos artistas que han vivido con el VIH han creado obras significativas en los últimos años, aprovechando cada momento con una urgencia creativa. «Cuando se les informa que el tiempo es limitado, a menudo se lanzan con una pasión renovada», dice Sauleda.
Un Amor que Perdura
El título del programa, ‘Adamar’, evoca un amor intenso que permanece vivo a pesar de la pérdida. «Si alguien que amas se va, el amor se convierte en un pasaporte que te permite vivir», refleja Sauleda, enfatizando la importancia de recordar y honrar a quienes se han separado.
Un futuro para la memoria
Con este espectáculo, Sauleda y sus colegas buscan no solo para celebrar la vida de Johnson, sino también para crear conciencia sobre las vidas que han permanecido a la sombra. El impacto de sus obras perdura, recordándonos que cada voz cuenta y merece ser escuchada.