Un ciclo que marca una tendencia
El decimocuarto año del ciclo de los conciertos Revivighvo Clásicos ‘ha llegado con una propuesta única que se destaca por su dedicación a las obras menos conocidas de nuestra tierra. Este evento, que se ha convertido en una referencia musical, tuvo lugar en el auditorio y fue presentado por el reconocido pianista Enrique Bagaría, que nos guió a través de un repertorio selecto de sonatas catalán en los últimos dos siglos y medio.
Un concierto esperado e inolvidable
Después de un aplazamiento por razones de salud, el concierto tuvo lugar en una atmósfera llena de expectativas el 10 de marzo de 2025, en la sala de Alice de Larrocha. Los asistentes disfrutaron de un repertorio que incluía piezas de Teixidor, Marsal, Albéniz y Garreta, rindiendo homenaje al centenario de la muerte de este último.
Un viaje a través de las sonatas
Weaver: un vistazo al pasado
El concierto comenzó con la Sonata en Re Mayor de Josep Teixidor, escrito en 1794. Este trabajo, considerado la primera sonata clásica de un compositor catalán, nos transporta a un mundo de melodías exquisitas y delicadas ornamentaciones. Bagaría la interpretó con una elegancia que le hizo justicia a su refinamiento.
Marsal: La modernidad del pasado
Entonces Sonata no. 5 Por Pau Marsal capturó la atención del público con su único movimiento, que recuerda a las obras de grandes maestros como Scarlatti. La música de este organista en Terrassa elogió con frescura y elegancia, evocando incluso los ecos de Rossini, y Bagaría logró transmitir esta esencia operística con una claridad admirable.
Albéniz: un clásico inolvidable
La pieza más emblemática de la noche fue, sin duda, la Sonata no. 3 por Isaac Albéniz. Con su virtuosismo y su rica melodía, Bagaría ofreció una interpretación que enfatizaba la etiqueta romántica de este trabajo, combinando la técnica y la expresividad de una manera excepcional.
Garreta: Una Joia del Século XX
El regalo más pequeño de Juli Garreta, el único que escribió para el piano, cerró el concierto con un viaje musical post-romántico. Compuesto en 1922, este trabajo nos sorprendió con su originalidad y su capacidad para recordar a Schumann, con momentos de intensa pasión y una delicada introspección.
Una final apotética
Finalmente, el concierto presentó a Cataluña de Albéniz y la canción y el baile no. Mompou 3, realizado magistralmente por Bagaría. Este recital no solo fue un homenaje a los trabajos de nuestros compositores, sino también una oportunidad para redescubrir la riqueza musical de Cataluña a través de una interpretación que cautivó y excitó al público.