La importancia del credo en la tradición cristiana
En las últimas décadas, las comunidades religiosas se han establecido en la práctica de recitar el credo apostólico durante los servicios dominicales. Esta tradición ha provocado que el credo de los primeros consejos, desde Nicea y Constantinopla, se considere demasiado extenso, dando lugar al nombre de ‘Credo corto’ y ‘Long Creed’ en la jerga religiosa.
Conmemorando al Consejo de Nicea
En el contexto del Año Santo, que celebra el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, nuestra unidad pastoral ha decidido incorporar la recitación del Credo de Nicea todos los domingos. La fecha clave es el 19 de junio de 325, cuando la mayoría de los padres conciliares aprobaron la fórmula CREED, que luego se expandió al Consejo de Constantinopla en 381.
La belleza y la profundidad del credo
La recitación del credo, marcada por una cadencia lenta y ritmo, revela su belleza y profundidad. En cada palabra, la pregunta de Jesús resuena: «¿Crees que estás recitando?» Nuestra respuesta afirmativa refleja la fe en un Dios creativo, que se ha manifestado a través de su Hijo, Jesucristo, quien comparte la misma esencia que el Padre.
El Misteri de la Fe
Creemos en la salvación que surge de la muerte y la resurrección de Cristo, proclamada en cada Eucaristía. Además, reconocemos al Espíritu Santo, que nos guía en la comunión de los santos y hace de la Iglesia una comunidad santa universal, llevando la gracia del bautismo y el perdón.
El credo como símbolo de unidad
La fe de cada uno de nosotros es un reflejo de la fe colectiva de la Iglesia, que representa a todos los que han recibido el bautismo. El credo es un símbolo ecuménico que une a las diversas iglesias cristianas en su profesión de fe común. Por lo tanto, su relevancia trasciende las controversias, como la cuestión del filioque, que ahora se considera irrelevante desde un punto de vista ecuménico.
El credo como una contraseña histórica
Históricamente, el Credo actuó como una especie de contraseña entre los cristianos; Saber cómo recitarlo era un signo inequívoco de su fe. En este año santo, nos estamos uniendo con entusiasmo a las iglesias que reconocen el credo de Nicea como una expresión de la fe apostólica y eterna.
Una experiencia musical y espiritual
Cuando los católicos escuchan y cantan el credo con la melodía gregoriana, experimentamos una emoción profunda. Las primeras notas nos transportan a través de generaciones, uniéndose a la tradición del sensus fidei del pueblo de Dios. El credo no solo transmite fe, sino también un vehículo de conexión con el pasado.
Redescubriendo el credo de NICEA
Con motivo del cumpleaños de Nicea, es un buen momento para redescubrir la riqueza teológica del símbolo de la fe. Proponemos recitarlo todos los domingos durante la Eucaristía, cantarlo en festivales importantes y compartir su significado en la catequesis, viviendo así nuestra fe activamente y comprometida.