Roda de Berà I CasaSimarro: un nuevo capítulo de amistad

El nacimiento de un bucle cultural

En una decisión histórica, el Ayuntamiento de Roda de Berà le dio luz verde al hermanamiento con Casasimarro, un pequeño pueblo en Conca con un rico patrimonio cultural y una población de aproximadamente 3.200 habitantes. Esta unión no solo simboliza un gesto formal, sino que también reconoce las raíces comunes que han unido a ambas comunidades durante décadas.

Una historia de migración y esperanza

La segunda mitad del siglo XX fue testigo de un importante flujo migratorio a Roda de Berà, donde llegaron 94 personas de Casasimarro durante los años 60. Con el sueño de construir una vida mejor para sus familias, estas personas contribuyeron no solo a los laboristas sino también a una rica diversidad cultural que ha durado con el tiempo.

Reuniones que marcan el camino

A fines de la década de 1980, las autoridades de las dos aldeas comenzaron a hablar para establecer un circuito formal, con visitas de alcaldes como Rafael Ciuro y José Antonio Fernández. A pesar de las buenas intenciones, el hermanamiento no se ha materializado hasta ahora, cuando Rosana Dorantes, una descendiente de las familias migrantes, reactivó las conversaciones con el actual alcalde de Casasimarro, Oscar Pinar.

Un protocolo que une

Ambas administraciones, Roda de Berà y CasaSimarro, acordaron establecer un comité de hermanamiento, presidido por tanto alcaldes, para coordinar y promover actividades que fortalezcan la relación entre los dos municipios. La formalización de este enlace se celebrará con una serie de eventos que resaltarán la cultura y las tradiciones de cada ciudad.

Partes para la conmemoración

Los habitantes de CasaSimarro serán los primeros en celebrar este hermanamiento durante su pequeño festival a principios de septiembre. Mientras tanto, Roda de Berà organizará sus eventos el segundo fin de semana de octubre, coincidiendo con su propio festival. Ambas celebraciones incluirán la presencia de representantes de la comunidad invitada, favoreciendo un intercambio cultural enriquecedor.

Mirando hacia el futuro

El proyecto de hermanamiento no solo celebra el pasado, sino que también abre la puerta a futuras colaboraciones. El alcalde Pere Virgili ha expresado su convicción de que esta relación será beneficiosa para todos, fomentando el diálogo y la comprensión entre las culturas. También ha propuesto la posibilidad de unirse a otras ciudades, como Kasr al-Kabir, para fortalecer aún más los lazos con las comunidades de inmigrantes.

Un paso más en la diversidad

Con esta nueva alianza, Roda de Berà reafirma su compromiso con la diversidad y la inclusión, celebrando sus raíces y abriendo a nuevas influencias que enriquecerán su identidad cultural. La historia continúa evolucionando, y con ella, las conexiones que unen a las personas y las personas.

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